Historias (V)
Fecha: 18/12/2017,
Categorías:
Dominación
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... roce de sus pezones maltratados la noche anterior las provocaba dolor. Les mire sonriente, ellas como si nada. Llevábamos una semana en el rancho, descansábamos y salíamos a pasear todos los días o bien en coche o a caballo. La vida en rancho hizo que Ana y Michelle se pusieran morenas, la piel de ambas se tostó ligeramente haciéndolas más atractivas. Un día después de montar largamente a caballo, ya había decidido que nos marcharíamos, decidí volverlas a poner a prueba. Esa noche después de cenar, las llame. Desnudaos y poneros de rodillas. Obedecieron rápidamente. --La experiencia con los caballos me ha excitado, ahora quiera que sean mis esclavas, mis yeguas-dije con una sonrisa, mientras les colocaba el collar de perro. Me desnude, tome una fusta - A cuatro patas ordene-ellas obedecieron. Monte primero sobre Michelle, la hice recorrer todos y cada uno de los dormitorios, cuando flaqueaba un poco la azotaba con la fusta en el culo. El contacto con su espalda me estaba poniendo cachondo. A base de azotes llego por fin al dormitorio donde la otra esclava esperaba. Baje de Michelle y subí en Ana, la hice dar el mismo recorrido, Ana era más débil que Michelle, los azotes llovían sobre su culo. Jadeante y sudorosa llego donde esperaba Michelle. Me baje de Ana y poniendo a Michelle de pie, me subí a sus espaldas, la hice correr por los dormitorios serian unos cien metros. Michelle con dificultad, echo a correr jadeando por el esfuerzo, alentada por los fustazos que daba en la ...
... parte trasera de sus muslos, hizo el recorrido. Sus jadeos, el sudor, pequeños gritos hacían que mi excitación se acrecentara. Cuando llego el turno de Ana esta empezó a suplicar sin hacerla caso monte sobre ella. La tuve que alentar pues no podía con mi peso y con la carrera. Varias veces sentí como flaqueaba, daba pasos poco firmes, cada vez que eso sucedía una lluvia de azotes la estimulaban, con eso avivaba el paso durante unos metros. La segunda vez casi sé cayo al suelo, yo salte y furioso la pegué en las espaldas, ella gritaba pidiendo perdón, suplicaba para que parase, después de varios fustazos me volví a montarla, agotada llego junto a Michelle. Las dos estaban marcadas, jadeantes y sudorosas y sobre todo humilladas ante mí. --Estáis en baja forma física, de ahora en adelante vais a hacer ejercicios físicos diariamente. Debéis saber que es un honor que vuestro Amo os monte, no me habéis correspondido a este honor, las cosas van a cambiar. Ya pensare en algo.-las dije. Las bese en la boca, toque sus culos y sus coños, estaban húmedos, la excitación había podido mas que el esfuerzo. --Subid a la cama.-- ordene y poniéndola una encima de la otra en un sesenta y nueve, deje que se lamieran y se dieran placer mutuamente. Mientras las observaba darse placer sin mesura, mi mente se concentro en una serie de planes que debía ejecutar en un futuro muy próximo. Debía buscar entre mis posesiones una que fuera suficientemente grande, que contara con poco servicio, donde tuviera a ...