Los amantes de Ana
Fecha: 08/12/2017,
Categorías:
Infidelidad
Fantasías Eróticas
Autor: Craso, Fuente: CuentoRelatos
... algunas de las gotas hacia mi boca y saboreé ese sabor amargo, con la excitación comencé a masturbarme y al instante me llegó otro orgasmo, para nada comparable con el anterior. Nunca hubiera imaginado que esa sensación de ser vejada y tratada como una vulgar putilla, de ser maltratada y dominada, que solamente había tenido anteriormente en mis fantasías, me llegase a excitar tanto en la realidad. Cuando llegó Fabián, le dije que su amigo Mario había estado un momento en casa para dejarnos los CDs, Fabián me dio un beso en los labios y me dijo que ya lo sabía, que Mario le había llamado. ¿Qué tal se ha comportado Mario?, me preguntó Fabián; yo me quedé desconcertada, ¿cómo que, qué tal se ha comportado?, ¿a qué te refieres?, le pregunté. A nada Ana, me respondió Fabián, solo que como se le nota que tú le atraes bastante..., ¿no ha llegado nunca a insinuársete?, me preguntó. Pues la verdad..., no me he dado cuenta de esa atracción, él es siempre muy atento con todas las mujeres, le respondí dando por zanjado el asunto. Esa noche, tras acostarnos, Fabián se puso a acariciarme todo el cuerpo, como hacía siempre que reclama sexo; aunque me encontraba muy cansada y con el cuerpo lleno de agujetas por el trote que me había dado Mario por la mañana, yo me encontraba muy receptiva y quería que Fabián me follase en esas posturas en las que yo nunca le había dejado, me sentía muy injusta con él si no se lo permitía ...
... mientras que a un extraño le dejaba que me hiciera lo que le viniera en ganas, pero... ¿no vería Fabián nada extraño en un nuevo comportamiento?, ¿podría sospechar algo?; pensé que sería mejor ir poco a poco. Comencé agarrando su pene y cuando lo tenía totalmente erecto acerqué mi cabeza hacia él y lo metí en mi boca, lo engullí más profundamente de lo usual pero no entero, tras un rato Fabián me apartó y me pidió que me pusiera en cuclillas de espaldas a él, pensé en la casualidad de que esa noche Fabián intentara lo que hacía mucho tiempo no intentaba: hacerme el amor en esa postura que él sabía que me molestaba y que curiosamente era en la que me había follado Mario esa misma mañana; yo le pedí que tuviera mucho cuidado, Fabián fue penetrándome poco a poco, no como Mario, que me penetró de golpe y sin contemplaciones. Comprobé como sin ningún problema me había familiarizado con esa postura y ya no sentía ningún dolor. Fabián se movía con mucha vigorosidad y yo me recreaba pensando que quién me lo estaba haciendo era Mario, tras un breve momento me llegó el tercer orgasmo de ese día, pasado un rato Fabián sacó el pene de mi sexo y lo introdujo en mi boca, hasta que se corrió llenándomela completamente de semen, el sabor de mis flujos unido al del semen me produjo arcadas y tuve que salir corriendo al baño para escupirlo, en esa ocasión no me apetecía saborearlo. Poco después nos dormimos desnudos y abrazados.