1. Los amantes de Ana


    Fecha: 08/12/2017, Categorías: Infidelidad Fantasías Eróticas Autor: Craso, Fuente: CuentoRelatos

    ... comenzó a expulsar su semen, quise apartarme pero no me dejó, me roció en los ojos, en la frente y en las mejillas, me ordenó que abriese la boca para depositar una parte de su esencia en mis labios y dentro de mi boca; yo que nunca había soportado el sabor del semen y siempre lo había escupido de inmediato, saboreé y engullí la totalidad de lo que me había depositado dentro de la boca. De repente, Mario cogió su teléfono móvil de la mesa, en donde lo había dejado nada más llegar a mi casa, pensé que él había recibido una llamada sin que yo me hubiera percatado quizás por lo aturdida que me encontraba, pero lo que hizo fue apuntar con el objetivo de la cámara de fotos del móvil hacia mi cara llena de semen, al intentar apartarme para evitar que me fotografiase en ese estado me cogió fuertemente del brazo y me dijo que todavía no habíamos terminado, que no se me ocurriese intentar alejarme o limpiarme, el dolor que me estaba causando al apretarme el brazo me inmovilizaba por completo, me entró miedo, no me podía creer que Mario estuviese actuando así, no sabía hasta donde sería capaz de llegar y me quedé paralizada; me hizo un par de fotos de la cara y después me obligó a ponerme de nuevos en cuclillas, de espaldas a él con las piernas abiertas mostrándole mis orificios, me introdujo de nuevo sus dedos en el ano y lo fotografió. Mario me aseguró que esas fotos las quería exclusivamente de recuerdo para él, que no las vería nadie más, también, me dijo que su forma de actuar ...
    ... había sido solamente teatro, para excitarnos más. Yo estaba confusa y consternada, no sabía que creer. Tecleó su teléfono y llamó a mi esposo: “¿Qué tal Fabián?, pasaba por tu barrio y acabo de llevar a tu casa los CDs que os había grabado. Tu mujer es un encanto, me ha invitado a un café... como te digo siempre, eres un tipo afortunado, espero que nos veamos pronto, un abrazo”. Mientras habló con mi esposo, Mario mantuvo los dos dedos introducidos en mi ano, sodomizándome con ellos deslizándolos hacia dentro y hacia fuera y una vez acabó la conversación los sacó, yo estaba completamente paralizada. ¿La próxima vez, porque no vienes a mi casa?, me preguntó Mario; ¿por qué crees que va a haber una próxima vez?, le pregunté yo; lo sé, porque se nota que has disfrutado como nunca antes lo habías hecho y porque querrás seguir gozando de lo que hoy has tenido, me respondió. El muy creído, y es que tenía razones para serlo, se despidió dándome un beso en la frente, pues seguía con la cara y los labios llenos del semen que comenzaba a secarse. Me quedé un rato sentada pensando en todo lo que había ocurrido, posiblemente había sido el mejor polvo que habían echado en toda mi vida, mientras me recreaba con lo que me había pasado fui al dormitorio y me puse en la misma postura que tuve cuando Mario me folló, pero esta vez de espaldas a un espejo para ver la imagen en que me había fotografiado, vi mi sexo y mi ano que seguían dilatados, también mi cara llena de semen secándose, arrastré ...
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