EL ESPOSO DIABETICO NO SE LA COGIA… Y ELLA QUERIA
Fecha: 07/12/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... hasta que una noche, hace como tres semanas, vi que se levantaba y pensé que iba al baño pero no… ¡El muy cabron se fue a la salita… serian como las dos de la mañana y vi cómo se la empezaba a chaquetear… como chamaco, doctor, y eso no se vale! -¿estas segura, Ángela? ¿No habrás visto mal y te confundiste al verlo en la madrugada? –le dije mientras me imaginaba la escena, y vi en ese momento que Ángela estaba bastante guapa de verdad, y sobre todo, con un par de nalgas que se antojaban. -¡Que va a ser, doctor, lo vi clarito! Se la estuvo jalando y además lo vi terminar y echó su leche en un papel sanitario… ¡Me dio un coraje tremendo de verdad! Y luego, fue a tirar el papel al baño y se regresó a mi cama… yo me hice la dormida pero como que me arrimé y lógicamente, mi marido se hizo tonto y fingió dormir… al otro día estábamos a solas y le pregunté qué había hecho en la madrugada y se puso como idiota sin saber qué responder… le aventé el papel sanitario ya tieso con sus mecos y solo agachó la cabeza… y hasta pleito me echó al decirme que yo… yo tenia la culpa de que él, en vez de coger como debe ser, se tenia que chaquetear… ¡Hágame usted el favor, doctor! -Bueno, Angelita, de hacerte el favor si te lo hago, porque de verdad estas linda y tienes un cuerpo hermoso- le dije mirándola a los ojos. Ella se rió y dijo: -Humm, doctor… ¿Quiere cogerme de verdad? ¿Y qué va a decir su mujer? ¿A poco le va a dar permiso, doctor? -Bueno, no creo… pero además, ella no tiene porqué ...
... enterarse… de verdad estas buenísima –le dije, acercándome a ella y acariciándole la mejilla y luego baje mi mano hasta su cuello, regresé a su orejita y al acariciar el lóbulo de esta, oí a Ángela suspirar muy rico. Seguí acariciando su cuello y le besé la orejita y como pensé, ese era el punto débil de Angelita que empezó a jadear. Alcancé su seno por encima de la ropa y ella giró su cabeza para decirme con voz ronca: -Humm ¿De verdad te gusto? ¿No nada mas me estas engañando? ¿No crees que esto sea malo? Recuerda que yo estuve en tu casa como la chacha… ¿Y si tu esposa se entera? -Humm, no, no creo que sea malo… ya no eres la niña aquella y estas muy linda… me gustas, Ángela… estas buenísima… yo no sé donde tiene la cabeza tu esposo que no te atiende como debe ser, mamita… mira, ven… ponte de pie Angelita –le dije y la jalé para estar frente a ella. Nos besamos muy rico, y sentía su lengua un poco tímida pero como no dejaba de acariciar su orejita poco a poco fue cediendo hasta que nuestras lenguas se entrelazaron. Le fui zafando los botones de su blusa hasta poder quitársela. Llevaba un sostén sencillo, de color perla, y al abrazarla para quitárselo ella repegó su cuerpo al mío y solo la escuchaba jadear y suspirar. Ya sin el sostén, me incliné y pude besar sus senos y succionar sus pezones. Me senté en una silla amplia que tengo y la hice sentarse en mis piernas. Mientras le succionaba los pezones la veía de reojo y sus ojos se iban poniendo vidriosos, indicio de que estaba ...