1. TRES PENES INOLVIDABLES (Segunda parte)


    Fecha: 24/09/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Hernando, Fuente: computo.ru

    ... probarla, y empécé a subirla y bajarla. Los dos nos mirabamos frente a frente, dejé escapar una sonrisa, una de esas que ponemos los chicos malos, él se quedaba serio. Mis manos sostenían ahora una verga bien rígida, ví como babeaba desde la punta, le bajé toda la piel y aparició un glande reluciente, de un color más claro que la piel de su tronco. Acerqué mi cara : el olor era embriagante. Tragué un poco de saliva y decidí meter en mi boca su glande húmedo y inflado. Tenía las mismas proporciones que el resto de esta bella verga caribeña. Era como un cohete de piel triguena oscura. Senti en mi lengua su sabor, y él, sin decir nada más, me tomó con las dos manos y me empujó contra su hombría. Me la metió hasta la garganta, casi ahogándome, toda adentro. Me preguntó :
    - "Te gusta a lo que sabe ?"
    Asentí con la cabeza y saqué su miembro de mi boca. Su pene era de esos que se ponen erectos y todo rectos, gruezos como un mazo. Él lo tomó con su mano y con su mastil empezó a golpearme. Me pegaba las mejillas, la nariz, la frente. Eso me excitaba. Se puso de pie y me dijo:
    - "Vente... seguimos en la terraza. Vente, papito, a reclamar tu premio !... Tienes una colita divina, bien blanca, me gustan esos culitos sin vello como el tuyo... Me muero de comerte tu anito rosado, "my Boy" !" 
    
    Una vez en el balcón me declaró como encontraba súper que nadie pudiera vernos haciendo sexo. Se alargó en una de las tumbonas, yo empujé otra para estar más cerca de él. Le empecé a acariciarlo ...
    ... suavemente por todo su bulto, y luego le bajé las bermudas, despacio, despacio, como si fuera algo frágil. Bajé en fin su boxer, tipo brief. La temperatura de su vientre era bastante tibia, y su pene estaba apenas un poco más duro. Me puso a observar de cerca su cuerpo desnudo. No lo podía creer : tenía frente a mí, tendido en una tumbona, un chico moreno entre los más guapos de la ciudad, totalmente desnudo para mi total disfrute. Tenía a mi alcanze un increible pedazo de carne, que hasta ahora escondía en sus bermudas.  Y aunque su pene no había llegado a su máximo tamaño, calculé que debía medir por lo menos 20 o 21 centímetros de largo, y 5 o 6 de ancho. Que barbaridad ! Podía ver los pliegues de su prepucio, la piel lisa y sedosa de su tronco, su glande que asomaba, orgulloso, sus enormes huevos oscuros, brillantes y sin vello. Todo su aparato genital parecía moldeado por las manos de un escultor ! Me acerqué más : con una mano frotaba su tronco, y con la otra masajeaba sus bolas. No pudo más y mi boca entró en acción.
    
    Primero le dí linguetazos suaves por todo el tronco de su pene, después con los labios mordía los pliegues y las arrugaditas de su prepucio, metía la lengua entre su cabeza y la piel. Con el tiempo la mamada fue tomando más fuerza todavía. Estaba decidido a hacer crecer y endurercer al máximo esa pija fenomenal y tan sabrosa. La tomé con la mano y alternaba entre masturbarla y sostenerla firme para meterla en mi boca todo lo que podía. Su aroma estaba ...
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