1. TRES PENES INOLVIDABLES (Segunda parte)


    Fecha: 24/09/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Hernando, Fuente: computo.ru

    ... playa.
    
    Yo estaba a unos cincuenta metros del edificio de nuestro apartamento, cuando entendí detrás de mí a alguien que se dirigía a mí en ingles. No comprendía lo que él quería. Cuando el joven, muy alto y muy guapo, estuvo a sólo una decena de metros, comprendí finalmente :
    - "Hello, Boy !... Wait please... You don't want a nice pair of sunglasses .... elegant glasses and so sexy !... With that you're going to seduce all the girls of the beach !..."
    - "Y por qué me hablas en ingles ? Yo, estoy de aquí !"
    - "Discúlpame... con tu color de cabellos y tu tez clara creí que venías del Norte... de Canada o no se de donde... Estás  de vacaciones ?... Mira... no necesita gafas de sol ?... Mira... te haré un buen precio."
    
    El joven era un chico moreno, guapo y bien hecho, sin camisa, que llevaba unas bermudas recortadas en  vaqueros descoloridos. Sus piernas, musculosas, salían de la tela con bordes deshilachados, lo que lo hacía aún más atractivo. Sus bermudas moldeaban bien su cuerpo, sobretodo sus nalgas, firmes y apretadas, y su enorme bulto cuyo relieve me emocionó de golpe.
    - "Donde vives aquí... en Cartagena ?"
    - "Allí cerca... en este edificio, al último piso."
    - "Ah sí, verdad... tan cerca !... Me regalarías un vaso de agua ?"
    - "Claro... con mucho gusto... Lo que quieres, cerveza, gaseosa... Vamos !"
    
    Entramos en el edificio y tomamos el ascensor. Las puertas apenas cerradas, el joven me empujó contra el tabique del ascensor. Me asusté. Hasta que él ...
    ... pegara sus labios contra los míos, forzando el paso para introducir su lengua en mi boca... Él besaba salvajamente, mezclando su saliva a la mía, desbordando sobre mis mejillas y terminando introduciendo la punta de su lengua en el hueco de mi oreja. Llegábamos al 16° piso. Salimos del ascensor y abrí el apartamento. Él lo encontró genial, y se precipitó al balcón.
    - "Wow !... Tengo la impresión de estar sobre un barco en lleno mar !"
    Él quiso una gaseosa, yo también tomé una par mí, y las bebimos frente al bar, sentados en taburetes muy altos. Le pregunto :
    - "Puedo tocarte el pecho ?" Él asiente con la cabeza y se deja. Le pellizco los pezones, y él me dice :
    - "Cuidado !... que eso me pone mal..."
    - "Mal ? Por qué ?"
    - "Pues porque hace que se leventen cosas...", y con la cabeza me señala su entrepierna.
    
    Eramos sentados en dos taburetes uno al lado del otro. Nos clavamos las miradas, bajé y me arrodillé frente a él. Decidí contastar con mis manos que la cosa se estaba poniendo dura, ahí abajo... Acerqué mi cara a su paquete y pegué mis labios contra su bulto. Pudo averiguar que su polla se había inflado bastante, quedandose todavía morcillona. Bajé sus bermudas "vaqueras", aventuré mi mano en su boxer y saqué su animalito. Gruesa, bien oscura, en una base de pelos rizados, y con mucha carne colgando en su prepucio. Su polla estaba ya semi erecta. Acerqué mi nariz para olerla, aspiré el delicioso aroma a macho y a sudor, un olor muy fuerte. Tuvo de inmediato ganas de ...
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