CHUPADITAS
Fecha: 04/07/2020,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Alejandrogusta, Fuente: computo.ru
fuertes succiones, como quien bebe refresco con una pajilla.
Su cálida boquita se sentía delicioso, pero lo más impactante era verla, mi nena arrodillada en el suelo, su carita hermosa con mi verga metida en la boca, viéndome a los ojos, con una expresión de dicha y felicidad.
Por primera vez en su vida, no chupaba con fuerza y desesperación, no, está ves lo hacía despacio y con amor, como disfrutando de lo que estaba haciendo. Había tanta calma y alegría en su rostro que parecía que por primera vez en casi 5 años de chupar infinidad de objetos, al fin hubiera encontrado lo que estaba buscando.
Fueron menos de 10 segundos, pero ambos lo gozamos mucho. Pero al fin reaccione ¡esto no podía ser, estaba mal!
-¡Cintia, le grite, no hagas eso!
Me moví con pánico, sacando mi verga de su boquita, me moví tan rápido y de forma espasmódica, que de paso rompí la tubería que estaba sujetando con las manos.
Esto hizo que tuviera que volver a sujetar la tubería y en mi descuido mi bebé volvió a engullirme la verga.
-Ho... Mi amor... No bebé... No chupes eso.
Pero la nena no escuchaba, impulsada por su fijación oral, Cintia chupaba y chupaba la verga de papi y nada más le importaba.
Tuve que soltar la tubería para despegar a mi nena de mi verga, Cintia trato de forcejear e incluso empezó a llorar.
-!!!No papi, dame chupete, dame chupete!!!!
El baño se inundaba mientras forcejeábamos, todo era un completo desastre.
En medio de gritos y llanto, la logré ...
cargar, la enjuague bajo el chorro de agua, la envolví en una toalla y la deje en la sala, salí corriendo al tras patio a cerrar la llave general del agua y al fin tuve un momento para pensar las cosas.
¿Qué mierda acababa de pasar? ¡Mi nena, mi bebé, mi Cintia me había chupado la verga, y si la hubiera dejado seguiría haciéndolo ahora mismo!
Me sentí una mierda, incluso estuve a punto de vomitar, no entendía nada ¿por qué había tenido que pasar eso?
Volví a la sala, temblando de miedo, no sabía qué hacer ahora.
Mi pequeñita, me esperaba envuelta en la toalla, en su cara había una expresión muy rara.
-Papi, quiero chupete, si?? Dame chupete papi
-No... No mi amor... No puedo.
-Si papi... el chupete rico de papi, dame, yo quiero mucho
-No se puede amor, eso no está bien, entiende por favor, pídeme lo que quieras menos eso.
-¿Por qué?
-Está mal, hija... Está mal... No debes.
-Pero es lico, quiero más chupete. Porfi papito
No había forma de que una nena tan pequeña me entendiera, me sentí atrapado, estaba desesperado no sabía qué hacer.
Y como si el niño pequeño fuera yo salí corriendo a esconderme a mi cuarto, me acosté desnudo como estaba y me puse a llorar, todo esto estaba muy mal, no sabía qué hacer, tenía miedo de dañar más a mi hija, pero lo que más miedo me daba era recordar lo rico que había sentido las chupaditas de Cintia.
Me maldije una y otra vez, pues todo esto era mi culpa, nunca había hecho nada para ayudar a que mi hija ...