1. CHUPADITAS


    Fecha: 04/07/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Alejandrogusta, Fuente: computo.ru

    conocimiento para ayudar a mi hija, los dos nos rendimos ante los llantos de la nena y ella en la tarde y yo en la noche, dejábamos a la nena chupar nuestros dedos.
    
    Llegué a acostumbrarme a dormir siempre con mi dedo en la boquita de mi bebé, es más, me costaba admitirlo pero de alguna manera empecé a disfrutarlo.
    
    Se veía tan hermosa y tranquila mientras lo hacía, que aunque yo sabía que estaba mal, la dejaba hacerlo siempre.
    
    Pero todo iba a empeorar tras unos meses así.
    
    Yo había empezado a salir con una compañera de trabajo y una tarde después de unas copas nos dimos varios besos en mi auto, no pasó de ahí pero yo llegue, a recoger a mi pequeña, un poco bebido y bastante caliente.
    
    Como todas las noches en cuanto entramos a la casa, le ordene a mi bebé que se preparara para bañarnos, era una cosa de lo más normal, ambos entramos desnudos a la bañera.
    
    Comencé a lavar su cabeza, momento que mi bebé aprovecho para tomar una de mis manos y meterse un dedo a la boca y empezar a darle suaves succiones.
    
    Quizá era el alcohol en mi cabeza, quizá la calentura de los besos con mi compañera...Pero la boquita de mi bebé chupando mi dedo se sentía especialmente rica esa noche.
    
    Continúe lavando su pequeño y joven cuerpo con mi mano libre, casi todo era normal, lo habíamos hecho cientos de veces.
    
    Lo único peculiar, es que yo tenía una enorme erección entre las piernas. Mi bebé me había visto desnudo a diario mientras la bañaba, pero nunca me había visto ...
     erecto.
    
    Eso llamo su atención, mientras chupaba mi dedo sus lindos ojitos cafés no se despegaba de mi verga, la veía con sumo interés.
    
    Pese a la calentura, me sentí incómodo y avergonzado de que mi pequeña me estuviera viendo la verga, así que a propósito hice que un poco de espuma resbalara por su carita, para que tuviera que cerrar sus ojos.
    
    Me apresure todo lo posible a terminar de bañarla, pero cuando abrí la llave de la regadera, no salió agua.
    
    Me bastó una rápida inspección visual, para ver que el problema era que la tubería se había desajustado.
    
    Me puse de pie y levanté ambas manos para ajustar la regadera, sólo me tomo unos 7 segundos y entonces sentí el chorro caliente de agua por mi cuerpo, pero al mismo tiempo tuve otra sensación...
    
    Una sensación de calor y humedad en la cabeza de mi verga, una sensación ya casi olvidada por mí, la inconfundible sensación de una boquita mamando...la boquita de mi pequeña bebé...
    
    Resulta que por estar concentrado en la regadera, no vi que mi bebé, al quedarse sin mi dedo, busco algo nuevo que chupar y al encontrarme de pie frente a ella, lo primero que vio fue mi verga parada y sin más se lanzó a chuparla.
    
    Fue electrizante, hace mucho que no sentía una boca ahí, nunca me hubiera imaginado semejante espectáculo.
    
    Mi nena me estaba dando una mamada en el estricto sentido de la palabra, pero abriendo la boquita al máximo había engullido la cabezona y un par de cm más y sin moverse, ni mover la lengua o las manos, le daba ...
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