CHUPADITAS - Relatos Eróticos

CHUPADITAS

relaciona con nadie y se pasaba todo el santo día chupando lo que fuera, con fuerza y ansiedad.

Aun así, mi relación con ella era perfecta, nos amábamos con locura, éramos todo el mundo para el otro.

Todo iba bien y normal en nuestra relación padre e hija...hasta que una noche todo se torció y empezamos con algo que no hemos podido parar, y que nos marcaría para siempre.

Esa tarde, mientras mi cuñada la cuidaba, en un descuido al salir al supermercado, mi hija tiro por la ventana del auto a su "amigo"

Un juguete de goma, cuyos brazos eran su objeto favorito para chupar.

Así que cuando llegue a recoger a mi hija, la encontré en un ataque de ansiedad, mi pobre y agotada cuñada había pasado toda la tarde buscando algo para reemplazar al muñeco, pero no hubo forma.

Lleve a mi bebé a mi casa, pero la nena no paraba de berrear, no importaba que hiciera ella sólo gritaba y pataleaba.

Así me dieron las 3 de la mañana, yo estaba agotado y preocupado porque los gritos de mi hija debían de estar manteniendo despiertos a todos los vecinos.

Ya estábamos acostados y en un momento de desesperación, le puse mi mano sobre la boquita, tratando de tapar sus gritos.

Y de pronto mi bebé se quedó quietecita y callada. Con sorpresa pude notar que había atrapado uno de mis dedos en su boquita y lo succionaba con calma y gracias a eso al fin se quedó dormida.

Espere unos minutos y quise sacar mi dedos de su boca, pero ella despertó de inmediato, estaba a punto de ...

 llorar de nuevo, así que le di mi dedo de nuevo para que lo chupara y se volvió a dormir.

Así logramos dormir, mi nena no dejó de succionar mi dedo toda la noche.

Al día siguiente mi bebé despertó más tranquila, incluso sonriente.

Afortunadamente mi cuñada logró, casi de milagro, recuperar el muñeco de mi hija, cuando se lo dio, la nena lo abrazo y de inmediato se puso a chuparle el brazo.

Cuando la recogí por la tarde, mi hija estaba rara, si, chupaba a su muñeco, pero parecía que no le acababa de gustar mucho.

Esa noche, para mi sorpresa, desperté en mitad de la noche, con mi dedo metido en la boquita de mi bebé. Y esto se repitió por semanas.

- Pues tiene sentido que le guste más dormir chupando uno de sus dedos que al muñeco, me dijo el terapeuta de mi hija, al final eso le produce la sensación de contacto humano, lo que debe ser más reconfortante para ella. Sin embargo, debe tratar que no lo haga, pues esto puede generar complicaciones en el futuro. A demás de que no siempre va a tener los dedos de su padre a su disposición.

Mi cuñada también notó el cambio en las preferencias de mi hija. Si bien la niña podía seguir tranquila con su muñeco, a la hora de la siesta buscaba con insistencia el dedo de mi cuñada, y si no lo obtenía no había forma de calmarla.

-es increíble, me dijo unos días después mi cuñada, la pequeña puede estar horas chupando mi dedo,no se cansa.

Si bien, ambos sabíamos que no era lo más indicado, no teníamos ni el tiempo, ni el ...