1. El regalo prometido: una noche con mi cuñada


    Fecha: 28/11/2017, Categorías: Incesto Sexo en Grupo Autor: Médico, Fuente: CuentoRelatos

    ... con la suya, mientras mis manos acariciaban frenéticamente todo su cuerpo, deshaciéndose de cuanta prenda de ropa se encontraban a su paso hasta dejar totalmente desnuda a la mujer más sexy y exquisita que he visto en mi vida. Poniéndome de rodillas en la cama, saqué mi erecto pene de entre mis ropas las cuales también volaron, y acerque la inflamada cabeza peneal a la apetitosa boca de Sonia, la cual golosamente la acepto y empezó a mamar de una forma extraordinaria. La posición adoptada, me permitió comprobar que mi esposa, sentada en el sillón frente a la cama, se había también zafado las ropas y alcanzaba su primer orgasmo auto proporcionado con su masturbación. Con un ademán le pedí que se acercara mientras bombeaba la boca de mi cuñada, y decidí que podía aprovechar el momento para cumplir otra de mis fantasías, por lo que le pedí mamara la raja humedecida de su hermana. Totalmente fuera de control, Martha se colocó entre las piernas de Sonia, y retirando de su rajada el dedo que frenéticamente entraba y salía, lengüeteó frenéticamente el clítoris de su hermana produciéndole casi al instante, un orgasmo tan intenso que hizo que apretara los labios alrededor de mi miembro a tal grado que empecé a chorrearme en su boca de una manera tan intensa que no pudo tragarse toda la leche que salía, la cual escurría por las comisuras labiales. Como comprenderán, lo cachondo de la situación no iba a satisfacer a ninguno de los tres con un solo orgasmo, por lo las cambié de posición ...
    ... rápidamente. Yo me coloqué entre las piernas de mi cuñada, perdiendo mi miembro erecto de nueva cuenta, en su tremendamente húmeda vagina, mientras que mi esposa se montó sobre su cara de tal manera que yo me cogía como loco a la hermana mayor, mientras que ella chupaba y daba lengua a la menor, y esta a su vez, lamía los durísimos y erectos pezones de la primera. Fue un verdadero concierto de sexo. Sufrí de verdad para contener mi segundo orgasmo, cambiándonos de posición innumerables ocasiones, alcanzando ambas mujeres infinidad de orgasmos con cada cambio de posición. Finalmente, yo a punto de estallar y ellas verdaderamente cansadas de tanto venirse, tras cogerme a ambas, tras lamerme mutuamente, tras haber yo lamido a ambas, entre las dos se prendieron a darme una mamada fenomenal. Turnaban su boca para alojar mi inflamado pene, que seguramente sabía a los líquidos vaginales de ambas, los tres lo sabíamos. Y mientras una succionaba el miembro, otra pasaba la lengua por mis huevos, los cuales me dolían ya por la excitación tan grande que sentía. Me derramé espectacularmente, sobre la cara de ambas, que abriendo la boca, trataban con la lengua de capturar los chisguetazos de leche que con mucha presión y abundantemente salían. Ya tranquilos, nos metimos al baño los tres para asearnos, y mientras esporádicamente nos besábamos entre los tres, quedamos de acuerdo de que en próxima sesión, incluiríamos el sexo anal. Después de dejarla en su casa, y ya acostados mi esposa y yo, ...