Laura y su marido cornudo - Relatos Eróticos

Laura y su marido cornudo

... es que el falo de mi amigo era bastante grande por lo que pude apreciar desde la cámara y a Laura le encantaban las pollas así de grandes y gordas. Ahora era su turno, colocando a la zorra de Laura boca abajo en la cama con las piernas bien abiertas, quitándole la tanga, para empezar a devorar todo su húmedo y caliente sexo. Desde aquí escuchaba los jadeos intensos de la muy perra... que empezaban a ponerme cachondo y a provocarme una terrible erección, pero lamentablemente ahora estaba desempeñando el papel de marido cornudo. Mi amigo seguía disfrutando con el cuerpo de mi mujer, realizándole un prolongado sexo oral que hacía que Laura se retorciera de placer en la cama, sin dejar de gritar, tomando de la cabeza a Carlos con ambas manos para acercar mas la boca de éste en su mojado chochete. ¡Cómo envidiaba tremendamente al sinvergüenza de Carlos!
Mi mujer ya llevaba las tetas descubiertas cuando este se colocaba encima de ella, para empezar a follarla en esa posición; o sea, el encima y ella debajo pero boca arriba, de tal modo que podía ver las expresiones de goce de Laura, así como comer las tetas y pezones de ella. Cuando este metió su verga dentro del coño de ella, sus jadeos se volvieron en fuertes gemidos, además que conforme este iba follándola, ella se aferraba más a la espalda de este, entrecruzando esas esbeltas piernas bronceadas alrededor de la cintura de Carlos, y así este pueda penetrar cada rincón de su caliente intimidad. "¡Sigue,  sigue, así mi vida, no ...

... pares!", repetía la muy zorra cuando este la embestía con mayor fuerza y rapidez, haciendo chocar su pelvis contra la suya. Y yo, estaba completamente empalmado. Luego de un rato, mi esposa se ponía a cuatro patas en el borde de la cama, para que Carlos pueda observar ese tremendo culo de mi mujer y sus espectaculares nalgas carnosas. "Métemela en el culo,  por favor, quiero sentir tu dura verga penetrar mi ano", suplicaba la mujerzuela de Laura como una vulgar y maldita zorra ninfómana. Carlos sonrió al parecer y accediendo a su petición, sin más, lubricando la cabeza de su polla con la húmeda raja del coño, procede a ensartarle toda la polla en el culo de Laura, quién comienza a dar placenteros alaridos al tener toda la polla de este hasta el fondo de su culo. Tomando con fuerza de las caderas de ella,  arremete con todas sus fuerzas,  perforando el ojete de Laura a quién hace gritar como auténtica perra con cada uno de sus embistes, fuertes, contundentes y cada vez más acelerados. Desde aquí, se escuchaba el golpeteo que emiten el choque de ambos, de la pelvis ajena contra las gelatinosas nalgas de Laura. "¡MAS DURO POR FAVOR, QUIERO QUE ME ROMPAS TODO EL OJETE Y ME DEJES COMPLETAMENTE ABIERTA!". Carlos bufaba como una bestia salvaje de lo excitado que estaba, mientras azotaba las morenas nalgas de mi esposa con mucha fuerza. Era súper excitante contemplar a mi esposa, siendo ahora una vulgar y maldita puta para mi amigo; todo esto ante mis propios ojos, sin que ella lo ...