1. Laura y su marido cornudo


    Fecha: 13/04/2019, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: Dunkel, Fuente: computo.ru

    Me llamo José y tengo 35 años, tengo una historia que contar, o mas bien una serie de anecdotas o experiencias. Todas ellas tienen en común una sola cosa: el morbo por la infidelidad. Es decir, me excita mucho que mi esposa tenga relaciones sexuales con otros hombres; pues a decir verdad, no me molesta que otros hombres, mucho más atrevidos y osados, la vean con miradas bastante lascivas o reciba piropos la mayoría de las veces subidos de tono. A todo esto, hablaré un poco de mi esposa. Ella se llama Laura y tiene 28 años, todavía es joven y muy hermosa. Tiene un cuerpo muy voluptuoso, de grandes pechos, caderas y un trasero bastante redondo y prominente, digna de una modelo erótica o actriz pornográfica. Tenemos tres años de casados y un hijo apenas de un año de nacido. Estoy seguro que muchos hombres la desean en la calle, sobretodo cuando hace calor, y sale a las calles con prendas diminutas y pequeñas que muestran las bondades de su infartante anatomía. Lejos de mostrar celos o coraje, ocurre todo lo contrario; me encanta que ellos lo hagan, que la vean con deseo de querer poseerla, además de eso, Laura sabe como provocar a los hombres, bastando tan sólo una sonrisa en sus labios.
    La primera vez que Laura tuvo sexo con otro hombre (con mi consentimiento, claro), fue cuando nos unimos a un club swinger de intercambio de parejas. En aquella ocasión, un enorme mulato de casi dos metros, se folló a mi esposa de tal modo, que le provocó muchos más orgasmos de los que yo ...
    ... procuro darle a ella en la intimidad, pues a Laura siempre le gustaron los hombres de piel morena: eran su debilidad. A través de ese club, ocasionalmente pactabamos intercambio de parejas para Laura, a pesar que a veces ella no se mostraba de acuerdo y me recriminaba de aceptar tales cosas siendo yo su esposo. Hay tantas cosas por contar sobre dichas anecdotas, que ahora me voy a centrar en la última. Ocurrió hace un mes atrás, con un amigo y compañero de trabajo. Carlos y yo trabajamos enviando a diferentes lugares correspondencias. En una ocasión, Carlos conoció a Laura cuando ambos nos pusimos a beber en un bar hasta altas horas de la noche. Estaba yo tan ebrio que ella tuvo que ayudarme a regresar a casa. Allí fue como mi amigo y Laura se conocieron. "Tu esposa es muy bonita", me comentaba el, una vez cuando almorzabamos juntos en horario libre de trabajo. "Te gusta bastante, ¿verdad? No tengas miedo en decirlo. Ella es una mujer que posee su encanto y que muchos también la desean, ¿cierto?". Carlos se iba sincerando, según la intención de mis propias palabras, aceptando pues, que también le tenía ganas a mi mujer, pero que sería incapaz de ir lejos mas allá de solo mirarla. Tuve que contarle sobre lo que Laura y yo haciamos ocasionalmente, cuando nos aburriamos de la rutina, pues confieso que no siempre rendía muy bien en la cama, teniendo en cuenta la fogosidad de Laura a la hora del sexo. Mi pene apenas medía 15 cm, aunque conservaba un buen grosor, no siempre era capaz de ...
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