El semental de confianza -4 (Final)
Fecha: 24/08/2019,
Categorías:
Infidelidad
Sexo en Grupo
Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos
... miembro. Patty fue la agraciada. De un vigoroso impulso, Ramón le insertó su gigantesca masculinidad en su babeante vagina, mientras las dos voltearon su cara y comenzaron a besarse, disfrutando el sabor de cada una aún en sus bocas. Casi instantáneamente, Patty comenzó a jadear intensamente mientras el albañil le daba gusto, ignorando por completo las advertencias de su madre y de su hermana. En muy poco tiempo, Patty experimentó sintió el intenso orgasmo atorado que no pudo sacarle Ana con su lengua. Cuando sus ansias de calmaron, Ana dio un firme empujón a Patty con su cadera, haciendo que Ramón sacara su vaporizante miembro. Ramón reemplazó de inmediato la suave vagina de Patty con el ano de su hermana que aguardaba impaciente el preciado órgano. Ramón la penetró de inmediato, sin consideración alguna, hasta el fondo, haciéndola gemir como si se tratase de una primera vez. Volteó a donde Patty había arrojado el tampón, y notó que no tenía rastro alguno de sangre de Ana. La estuvo bombeando unos minutos más. Repentinamente, sacó su brillante pene de su ano y lo metió, despiadadamente, en la vagina de la bella señora, arrancándole un sonoro gemido al ensartarla por completo, llegando hasta donde su gigantesco tronco se lo permitió. “¡Que panochitas tan ricas tienen las hermanitas!”, exclamaba Ramón, mientras Patty observaba como el feo albañil hacía trizas a su única hermana casada. “¡Y ya me va a tocar también la santurrona!”, decía, mientras Patty se acercó a besar una ...
... vez más la boca de Ana, acallando sus jadeos. Patty se montó sobre su hermana, colocando sus nalgas sobre las de ella, dándole a Ramón un delicioso menú de traseros para que escogiera. Ramón sacó su pene de Ana, y lo guió al ano de Patty. La penetró con leve dificultad, llegando hasta el fondo, bombeándola unos momentos, luego bajó al de Ana e hizo lo mismo. Gozó de vagina a vagina, de ano a ano, hasta volverlas locas y alertarlas sobre su impostergable eyaculación. Como si se tratase de dos niñas juguetonas, Ana y Patty juntaron sus caras aguardando a Ramón, mientras éste se masturbaba y les apuntaba con su enhiesto pene. Abrieron sus bocas, y con la fuerza adicional de su mano, Ramón comenzó a bañar sus bellas caras de su caliente líquido vital, jugueteándolo con sus lenguas y besándose, disfrutando el sabor y cantidad brindados por su semental. Cuando Ramón se separó una vez que acabó, Ana y Patty comenzaron de nuevo a besarse con intensa pasión, pasando el semen del albañil entre sus bocas, aderezando su pasión, devorándolo como podían hasta que no quedara en sus bocas rastro alguno. Ana lamió dela cara de Patty restos aislados y Patty hizo lo mismo. Voltearon a mirarlo las dos, como aguardando su ovación, con sus bellas caras aún brillantes por su saliva. Ramón les aplaudió lentamente, mientras las calientes hermanas volvieron a besarse apasionadamente. “¡Eso estuvo supremo!”, dijo Ana. “¡Que forma de manguerearnos a las dos, papacito!”, agregó, mientras Patty solo asentía ...