El semental de confianza -4 (Final)
Fecha: 24/08/2019,
Categorías:
Infidelidad
Sexo en Grupo
Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos
... reunirse con su marido en Canadá estaba por vencer y bien sabía que sería una frustración tener sexo con él después de haber conocido al semental de confianza de la familia. Curiosamente, Ana jamás sintió celos por sus hermanas o su madre. Las confesiones de Ramón, así como sus planes de proseguir hasta hacer suyas a todas, la excitaban. Si ellas pensaban como ella, su único problema era como dejar el vicio del pene. Ramón era un tipo feo, muy feo, pero su asombrosa virilidad les impedía decir no más. Era una situación común entre las cuatro, pensaba. Ana y Ramón no durmieron intervalos mayores de dos horas. Si no despertaba uno, lo hacía el otro para dar rienda suelta a la acción. Los días que estuvieron separados y haberla hecho suya junto con su hermana menor, no fueron impedimento alguno para que el albañil hiciera gala de su asombrosa habilidad de complacer mujeres. **************************** Patty no pudo dormir. Temprano, se escapó de su casa y manejó a casa de su hermana. Cuando se percató que se trataba de su hermana, Ana y Ramón abrieron la puerta juntos. El llevaba una bata de su cuñado y ella un desparpajado negligé evidenciando la intensa noche que pasaron juntos. Sin pensarlo, Patty se lanzó a los brazos de Ana y comenzaron a besarse con intensa pasión, ignorando prácticamente a Ramón, quien abrió sus ojos en señal de sorpresa. “¡Mmmm, Mmmm, Mmmm, soñé contigo todo el tiempo hermana!”, decía Patty mientras Ana respondía con igual deseo. “¡Mmmm, besas mejor ...
... que César o este cabrón!”, dijo, mientras se abrazaban con más intensidad. Patty fue desnudando a su hermana mientras la acariciaba. Ramón las rodeó con sus brazos observando calladamente como se gozaban, llevando sus bocas a la de él unos instantes después. Pasaron a la recámara y Ana se recostó mientras Patty se desnudaba. Ramón, aceptando que había una intensa sesión de lesbianas, se sentó en suntuoso sillón reclinable de Eduardo a disfrutar la función. Patty trepó a la cama y repujó sus nalgas en la cara de Ana, quien ávidamente comenzó a lamer su escurriente vulva. Patty notó el hilo del tampón de su hermana y se lo retiró por completo, arrojándolo al piso y poniéndose a lamer la suya, haciéndose el amor con sus lenguas, sin importarles lo que pensaba Ramón ni sus consecuencias. “Me vale verga lo que pienses Ramón”, confirmó Patty. “Gracias por hacerme descubrir a mi hermana”. “No te voy a meter la verga, verás, si sigues así”, contestó el albañil riéndose. “Tampoco te pases”, reviró Patty. Ramón gozaba el fluido ruido que hacían con sus bocas al lamerse las dos hermanas. Ana fue la primera en experimentar un estrepitoso orgasmo, que Patty nunca logró alcanzar. “¡Culéanos a las dos, ahora!”, ordenó Patty a Ramón. Ana se incorporó y pusieron sus bellos traseros lado a lado, esperando el caliente embate. “De tín-marín-de-dó-pingué”, comenzó Ramón a payasear, mientras las hermanas movían sus nalgas urgiéndolo a dar la sorpresa, mientras suavemente les pegaba con su durísimo ...