Atrapado entre gigantas tercera parte
Fecha: 17/08/2019,
Categorías:
Fetichismo
Autor: tupulgarcito38, Fuente: SexoSinTabues
... Y NOS VAMOS. Desapareció en dirección al baño y no la volví a ver en un rato. Cuando regresó llevaba ya puesto el uniforme del Centro y el portafolios en la mano. Con aquel traje parecía mayor, más madura. Sin decir nada abrió la jaula, me sacó en su fuerte puño y me introdujo sin ninguna contemplación en el portafolios. Un nuevo viaje hacia lo desconocido había comenzado para mí. Cuando Carolina llegó al laboratorio me sacó del portafolios y de nuevo me contemplaron mis gigantescas compañeras. Durante toda la mañana estuvieron haciéndome pruebas de todo tipo, como si fuese una cobaya. En ningún momento se dirigieron a mí para decirme una sola palabra. Me trataron como a uno de los ratones del laboratorio. Por más que les hablé, les supliqué y lloré ninguna de ellas me hizo el menor caso. ¡Me sentía tan mal! Lo único bueno es que me dieron algo de comer y beber, no por consideración hacia mí sino porque estaba incluido en las pruebas que me realizaron. Me inyectaron diversas dosis de reduxona, con lo cual varié de tamaño varias veces. Una de ellas me hice tan diminuto que no sé cómo consiguieron encontrarme. Me obligaron a moverme de mil maneras, me tomaban por los pies y me mantenían cabeza abajo un rato, me apretaban en su puño cortándome la respiración. me hicieron mil perrerías hasta incluso Jennifer me metio en medio de sus piernas y las cerro. Cuando la mañana terminó estaba de nuevo exhausto. Mi tamaño era entonces de unos 8 cms. Carolina se acercó a mí junto con ...
... Jennifer y, por primera vez, habló de mí como algo parecido a un ser humano. -¿Sabes? –dijo a su compañero-, tu gusanito ha resultado ser un Esclavo. Le gustó rozarse con mi cuerpo y nadar en mi piss, ¿qué te parece? No puedo jurarlo, pero me pareció que una luz se encendía en los ojos de Jennifer al oír esto. La otra asintió y asiéndome en su enorme mano me metió en medio de sus senos. Desde allí escuché cómo se despedía, salía del Centro y echaba a andar. Resultaba tan extraño y excitante estar en el escote de una mujer nuevamente. , claro que mi cabeza no estaba ya para pensar mucho a estas alturas. Cuando Jennifer llegó a su casa me puso sobre una mesa y se me quedó mirando. -Así que eres esclavo ¿eh? Por que no me lo dijiste antes te confesaré algo: yo soy sadica. Si se enterasen los chicas no se como reaccionarian, pero pienso mucho en ellas. Yo asistía, estupefacto, a sus palabras. ¡Qué poco conocía a mis compañeras! -Pienso en encontrar a un esclavo a todas horas –continuaba Jennifer-, comenzó a tocarse el coño mientras hablaba-. ¿Te has fijado alguna vez en el auxiliar? Dios, lo que daría por sentarme en su cara alguna vez. Vi cómo se retiraba la falda y su colales quedando su enorme vagina frente a mi. Su mano me tomó rápidamente y me puso nuevamente contra aquella cueva, dos veces mi tamaño. Sentí su fuerte olor. Mis pies entraban fácilmente en su vagina sujetándome con su mano gigantesca y pegándome a su vagina, una vez pegado a ella comenzó a masturbarse -¡Eh, pequeño ...