Atrapado entre gigantas tercera parte
Fecha: 17/08/2019,
Categorías:
Fetichismo
Autor: tupulgarcito38, Fuente: SexoSinTabues
continuacion A la mañana siguiente acababan de llegar todos, excepto Jennifer, y estábamos ya sobre nuestro instrumental cuando irrumpió éste con gran alegría. -¡Lo encontré! ¡lo encontré! -¿La fórmula? –inquirió Patricia. -no a Marcelo al que hice chiquito hace 2 meses atrás y se me escapo con la formula que habíamos inventado. -Bueno, chicas –se dirigía a mis compañeras-, no volvamos a pensar en él como persona. Ahora es un insecto, un juguete, y nos pertenece. Hagamos con él lo que queramos. Pero –añadió guiñando un ojo, asegurémoslos de castigarlo por su traición de escapar. Mis cuatro gigantes amigas de mi carrera formaron círculo a mi alrededor mirándome desde su increíble altura. Resultaba tan aterrador y excitante ver a personas con las que tanto había compartido convertidas en terribles amenazas para mí, pensar que en un segundo podían acabar con mi vida simplemente de un pisotón pero por otro lado excitado al poder ver claramente abajo de sus faldas sus calzones. -Vamos, chicas –comencé a decir-, no creeréis serán malas conmigo, ¿verdad? Nosotros somos amigos. Carolina se agachó para escuchar lo que estaba diciendo, ya que mi voz era muy débil. Súbitamente alargó su enorme mano hacia mí. Traté de escapar, pero uno de los gigantescos pies de Jennifer se interpuso en mi camino. Sentí los dedos de Carolina rodear mi cuerpo y me vi transportado por el aire mientras mi antiguo amiga se erguía. -¿Qué vamos a hacer con él? –preguntó Mishell. Temblé al oír el nuevo sonido ...
de su voz: profunda, cavernosa, retumbante. -Pues aplastarlo de un pisotón y punto, ¿no? –contestó la práctica voz de Patricia. No podía creer lo que estaba oyendo. -Pero chicas –dije angustiosamente-, soy yo, Marcelo, vuestro amigo, hemos trabajado juntos muchos meses. Mis ex-amigas ni siquiera me escuchaban siquiera lo hacia Jennifer. Continuaron hablando entre ellas. -Eso sería demasiado bueno para él –la cara de Carolina estaba adquiriendo una expresión diabólica totalmente desconocida para mí-, yo creo que debemos hacer es que lo pase realmente mal un tiempo –dijo mirándome directamente con una luz perversa en sus hermosos ojos negros-, luego, en efecto, un pisotón y. ¡adiós! -Por favor, amigas –supliqué de nuevo- inyectadme el antídoto y hablemos despacio. Dejad que os dé una explicación. –continuaron sin prestarme la más mínima atención. -Podemos tenerlo cada día uno de nosotros y jugar con él como nos plazca –continuaba diciendo carolina- de hecho se me están ya ocurriendo cosas. –volvió a mirarme con aquella diabólica sonrisa en sus labios-, ¿puedo llevármelo yo primero? -De acuerdo –convino Jennifer- mañana me lo das a mí, si os parece. Las demás convinieron en ello. Mi cabeza iba a estallar. Me había convertido en una posesión para los que habían sido mis compañeras. Hablaban de mí como si no fuese un ser humano. Ni en mis peores sueños hubiese imaginado algo así. -Por favor. –empecé de nuevo. -¡SILENCIO, GUSANO! –tronó la voz de Carolina, hiriendo mis oídos- ¡BASTA ...