1. Follando con papá y mamá


    Fecha: 16/08/2019, Categorías: Sexo en Grupo Sexo Duro Tabú Autor: deniadaniya10, Fuente: xHamster

    Mis padres estaban follando en el sofá. Me habían despertado al llegar de la fiesta a la que habían ido para celebrar su aniversario y había decidido bajar a ver por qué hacían tanto ruido. Menuda sorpresa me llevé cuando, desde la puerta entreabierta del comedor, pude ver como mi padre se la metía a mi madre sobre el lugar donde normalmente mi hermano pequeño y yo nos sentamos a ver la tele. Me quedé estupefacto, sin saber qué hacer y sin saber qué pensar. Nunca antes les había pillado de esa manera y, aunque sabía que lo hacían, jamás en mi vida imaginé que tendría que ver aquello. Alguna vez, había fantaseado con acostarme con mi madre. Había imaginado que entraba en mi habitación y, con un tono pedagógico cargado de lujuria, me decía que iba a enseñarme todos los misterios del sexo. Una fantasía que siempre tuve claro que nunca tendría lugar y que, por una vez, parecía posible. Ni se me pasó por la cabeza que iba a tener sexo con mi madre pero, si seguía espiando, seguro que conseguía aprender mucho. Y, si me pillaban, me daba igual. ¿Cómo iban a echarme la bronca por mirar cuando eran ellos los que lo estaban haciendo en un lugar público? Me quedé quieto, bien escondido, a un lado de la puerta. Los dos debían de estar bastante borrachos porque aquello parecía una película porno de las más bestias. Se comportaban sin ningún tipo de recato, paseándose por la sala y montándoselo en cada uno de los muebles. Me hacía gracia ver a mi padre caminando con la polla tiesa. Le ...
     había visto desnudo un montón de veces pero nunca de esa manera. A mi madre, en cambio, hacía siglos que no la veía así. Estaba muy guapa y no pude evitar sentir una pequeña punzada de envidia hacía mi padre. Rubia y de ojos azules, mi madre tenía algunas arrugas apenas visibles que la hacían más atractiva a mis ojos. La polla, por culpa del espectáculo, se me puso tiesa. En esos momentos, mi madre estaba chupándosela a mi padre y podía ver perfectamente como el glande entraba dentro de su boca. Quise tocarme y metí mi mano dentro del pantalón del pijama. Aunque no sabía decir si mi pene era más grande que el de mi padre o no, esperaba que así lo fuera porque, con la edad que tenía, ya no me iba a crecer más y siempre es más bonito que los hijos superen a los padres. Casi al mismo ritmo con el que mi madre se la chupaba a papá, yo sacudía mi pene. Era un espectáculo genial, mucho mejor que cualquier programa de la tele. Sin embargo, me llevé un susto terrible cuando se tumbaron delante de mí. Había un montón de sitios donde acostarse allí y, en lugar de hacerlo sobre uno de ellos, habían preferido tumbarse enfrente de la puerta donde estaba escondido yo, a menos de un metro de mí. Estuve a punto de largarme, aquello era demasiado peligroso, pero mi padre se abrió sitio entre las piernas de mamá y se puso a comerle el chocho de una manera tan escandalosa que no pude evitar quedarme y seguir tocándome. Estaba tan cerca de ellos que casi podía tocarle una teta a mi madre. No hubiese ...
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