madre y hija
Fecha: 16/08/2019,
Categorías:
Tabú
Autor: lujuria69, Fuente: xHamster
... de mi hija tenía una herramienta formidable entre sus piernas yacababa de clavármela toda. Se movió lentamente, sacándolatoda y volviéndola a meter. Me arranqué la camiseta y comencéa masajearme las tetas, a pellizcarme los pezones, a retorcerlos.Entonces Matías tomó mis piernas otra vez y las puso sobre sushombros. Mi cadera quedó en el aire, él se hizo hacia delante,completamente estirado en la cama, y su rostro quedó a centímetrosdel mío. Su verga estaba completamente plantada dentro de mí yme hacía un poco de daño cuando la punta topaba en el fondo demi vagina.Matías me bombeaba sin clemencia pese a mis quejidos. Mis piernas ensus hombros, mis brazos sujetados por sus manos, impedían que yo controlarasiquiera un poco la situación. Sólo podía limitarme a recibirlouna y otra vez.-Sienta Adriana -me decía cada vez que entraba a fondo- Sienta mi carnedentro suyo. Sienta -y me volvía a clavar profundamente- sienta, ustedes una mujer que merece sentir. Sienta. Sienta.Sus embestidas eran cada vez más rudas y potentes, y yo sentíadolor a cada empujón pero también un placer increíble.Tenía el rostro de Matías sobre mí, pegado al mío,y le caía una gota de sudor por la nariz.En un momento dado giré un poco la vista y vi -o creí ver- queen la oscuridad mi hija Mariela estaba también en el dormitorio, apoyadacontra una pared, con una de sus manos entre sus piernas. Mi hija estaba viendocómo su novio se cogía a su madre, y se excitaba con eso comoyo me había calentado antes viéndola ...
... a ella.Todo eso fue demasiado para mí y exploté en un largo y placenteroorgasmo. Matías se quedó quieto, con su verga profundamente metidaen mí, la cabeza apoyada contra mi útero, y en esa situaciónlargó una densa y abundante descarga.-Sienta Adriana -gimió- sienta que la estoy llenando.Quedé desvanecida después de vivir eso tan intenso. Cuando desperté,sola en la cama, el sol estaba alto ya. Por un instante pensé que todohabía sido un sueño pero no, ahí estaba yo desnuda, conlas piernas aún algo abiertas y la concha pegoteada por mis jugos y laabundante eyaculación de Matías.Los chicos no estaban. Tomé una ducha y me sorprendí porque aúnescurría semen de mi vagina.Me fui sola a la playa y pasé casi todo el día allí tomandosol y pensando en lo que había sucedido. Sabía que algo andabamal, pero había disfrutado tanto que no me arrepentía. En la primeraoportunidad que tuviera, hablaría con mi hija.Llegó la noche y los tres nos reunimos en el departamento. Todo estabacomo si nada hubiera pasado. Mientras preparaba la cena intenté dialogarcon Mariela pero ella le restó importancia al asunto. "No pasa nadamamá, ¿para qué vas a preocuparte? Está todo bien,todo está muy bien", me dijo. Matías, por su parte, me mirabade manera muy sugerente.Terminó la cena. Mi hija me pidió permiso para usar mi dormitorioporque allí está la televisión. Me quedé sola enel comedor ordenando algunas cosas, tomé un café y luego sentídeseos de irme a la cama.El dormitorio estaba a oscuras, sólo iluminado ...