madre y hija
Fecha: 16/08/2019,
Categorías:
Tabú
Autor: lujuria69, Fuente: xHamster
... seria yo también- quizáno sea correcto que estés hablándome aquí frente a mítotalmente desnudo. Quizá podrías cubrirte un poco...-No pensé que sería problema -respondió- En todo caso,usted también está prácticamente desnuda.Recordé entonces que sólo llevaba puesta la camiseta, y de entremis piernas subía el olor de mis jugos.-¿Acaso escucharon algo? -pregunté.-La verdad, yo la escuché. Debió ser muy rico, aunque algo solitario¿no cree?Matías estaba muy junto a mí, su voz era un susurro, y me poníanerviosa. No podía evitar que mi vista se dirigiera hacia el pénduloque le colgaba entre las piernas.-¿Quieres un poco de jugo? -pregunté para salir de la incómodasituación.Giré hacia la mesada, dándole la espalda. Juro que pude sentirlos ojos de Matías posados sobre mi trasero desnudo. Serví unpoco de jugo y cuando volví a girar de frente a él rocéaccidentalmente su pene con mis caderas. Ya no estaba tan flojo, lo teníaa medias erecto.El novio de mi hija bebió del vaso mirándome a los ojos y avanzóun poco más hacia mí, hasta el punto que su verga quedósuavemente apoyada en mi vientre. Parecía que sabía cuántola deseaba, porque la verdad es esa: deseaba tocársela, mamarla y queme la metiera bien profunda.-Quizá no debería estar tan sola Adriana -me dijo, y sentísu tibio aliento- Una mujer como usted no merece estar sola.Me apoyó su mano en la concha y rápidamente introdujo un dedo.Yo estaba tan mojada que se deslizó sin problemas. Se me escapóun gemido.-No.... Mariela... -traté de ...
... decir.-Mariela duerme, no se preocupe -respondió él en mi oído-No haremos nada malo, sólo quiero ayudarla en este momento.Matías se pegó contra mí, me dio un beso muy profundo enla boca y metió otro dedo más en mi vagina. Por instinto separéun poco mis piernas. En ese momento no me cuestioné nada, sóloquería gozar.El novio de mi hija me masturbó maravillosamente, mi vagina estaba completamenteinundada por mis jugos y no tardé en sentir otro orgasmo. Él ahogómis gemidos apretando más sus labios contra los míos y llenándomela boca con su lengua.Se me aflojaron las piernas y hubiera caído, pero él me cargóen sus brazos y así me llevó hasta mi dormitorio. Me depositósuavemente sobre mi cama boca arriba, me tomó por los tobillos y me hizoflexionar las piernas de tal manera que mis rodillas quedaron contra mis tetas.Él se quedó de rodillas, erguido ante mí. Lo veíaenorme. En esa posición frotó su verga todo a lo largo de mi raja.Me temblaba el cuerpo de la excitación y moví un poco mis caderas,dándole a entender que deseaba que me penetrara. Pero él se hizodesear un poco más. Manteniendo mis piernas flexionadas, apoyólas manos en mis muslos y me abrió. Toda mi concha quedaba expuesta paraél.Matías tomó su larga verga en la mano y me dio unos golpecitosen el clítoris. Luego apoyó la cabeza en la entrada de mi vaginay se quedó quieto. Loca de excitación estiré mis brazos,lo aferré de las caderas y lo empujé contra mí.La penetración fue total, profunda, y me arrancó un gemido. Elnovio ...