Bajo el cielo de Siberia (3)
Fecha: 11/08/2019,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos
... y noche, noche y día, como para estar atenta a cuando despertara, que no soltara ninguna inconveniencia, como ocurriera la primera noche, durante la intervención quirúrgica. Porque Aleksei Boronsov estuvo sin conocimiento, sin abrir los ojos ni enterarse de nada, cuatro días, comenzando a medio despertarse sólo al quinto, algo antes de las doce; ella salvó de inmediato la situación haciéndole saber que estaban en un puesto sanitario “de los nuestros”, reponiéndose de las tremendas heridas que los “malditos blancos le infringirán”; él, entendió el mensaje a la perfección, y todo, pues, a pedir de boca. Pasaron aún otros tres días más, con Alyosha mejorando, aunque lentamente; seguro, pero pausado, podría decirse. Pero sucedió que, una vez pasados esos nuevos tres días, a la noche de ese tercer día, el médico se acercó a ella, diciéndole Lo siento mucho, camarada, pero nosotros debemos evacuar el campo mañana; la Unidad, limpia ya la región de contrarrevolucionarios, prosigue su avance y nosotros debemos de ir tras ella; a su hombre, yo le enviaría a un hospital, pero creo que eso sería, para ustedes, como si se les dejara a la intemperie; lo mismo de mortal. Lo siento mucho, camarada; de verdad que lo siento, pero, en verdad, lo único que por ustedes puedo hacer es darles una tienda de campaña para que la planten por aquí, por estos bosques Y así tuvo que ser por finales; con la ayuda de la gente del escalón sanitario, plantaron la tienda de campaña en un rodal de bosque ...
... bastante protegido de los vientos por los propios árboles, convenientemente caliente el interior por un buen fuego, aunque tomando las debidas precauciones antiincendios. Así mismo, el médico dejó a la pareja medicamentos, lo poco que por entonces había, algo de comida y un par de fusiles, con munición. Y quedaron allí, solos en medio de la inmensidad de la nada, pero juntos… Juntos, al fin… Lo cierto es que, las posibilidades de supervivencia allí, en esa especie de desierto helado, eran irrisorias, debiendo luchar continuamente, día y noche, contra la propia Naturaleza en su estado más salvaje, más hostil. El lugar, un retazo de bosque casi lindando con la estepa siberiana, en el extremo sur de la gran llanura de Siberia Occidental, al pie de los Urales, sitio de veranos muy cortos y frescos, pues en el mes de Julio, el más caluroso del año, de 18º la temperatura no pasa, en tanto los inviernos, de hasta ocho meses, Octubre-Abril, de casi -50º de mínima y -19º máximos. (1) Pero contra todo pronóstico, contra las propias leyes naturales, incluso, Aleksei Aleksandrovich Boronsov salió adelante; superó aquél terrible invierno llegando a la primavera-verano, esos meses de Junio-Julio más, mucho más, acogedores, en un excelente estado de salud. Aquél invierno había sido de prueba, y no sólo para Aleksei, que tampoco ella, Nadezhda, salió bien parada. El problema principal, pero no el menor, fueron los lobos, que en la zona, precisamente, no escaseaban; así, cada anochecer, la ...