Necesito consejo
Fecha: 11/08/2019,
Categorías:
Infidelidad
Hetero
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... polla se salía de su coño y mi esperma y su flujo caían sobre mi pelvis. Me pasó dos pastillas que metió directamente en mi boca, que yo tragué inmediatamente, no sin antes notar que su formato era distinto. Las anteriores eran redondas y estas como romboidales o casi cuadradas. -Voy a traerte agua. –Me dijo. -No hace falta, me he acostumbrado y las trago sin agua ni nada. Pero.. ¿Estás segura de que eran mis pastillas? -Claro que sí. Fui con la receta del médico a buscarlas. Cariño, si hemos empezado así, va a ser una noche memorable. –Me dijo siempre hablando ambos en susurros. Seguidamente, se bajó hasta mi polla, machada por mi semen y sus flujos y volvió a chupármela, y no solo no hizo ascos, sino que emitió gemiditos de placer. -Hummmm. Conseguí una erección en un tiempo record, volviendo a empalarse nuevamente y follándome con movimientos frenéticos. Solamente oía su susurro coincidente con cada movimiento. -Ah! , ah! , ah! , ah! La siento como nunca. –Me decía.- No sé qué habrás hecho antes de venir, pero la tienes más grande y dura que las otras veces. Y era verdad. Me la sentía dura como el cemento armado y más gruesa que de costumbre. Su coño aprisionaba mi polla en su trayecto y yo la sentía como si estuviese follándome a una virgen. Su propio desenfreno la llevó a alcanzar un orgasmo intenso, que le hizo detenerse unos segundos para disfrutarlo. -Ah! , ah! , ah. Me corrooooo. Oooooooooh qué fuerteee. A mí me costaba alcanzar mi placer, a pesar de la potente ...
... erección que llevaba. Con mi polla dentro todavía, comenzó a moverse de nuevo, acelerando paulatinamente. Yo me agarré a sus tetas, también hinchadas y frotaba sus pezones, los pellizcaba suavemente y la obligaba a inclinarse para llevarlos a mi boca y chuparlos con fuerza. Algo después de continuar, empezó a bajar el ritmo, señal de que se cansaba, por lo que la puse a cuatro patas y fui yo el que la folló por el coño, mientras ensalivaba el pulgar y se lo metía en el culo. Le pasaba la polla por toda su raja una vez y se la clavaba hasta el fondo la siguiente. Cada vez que me echaba para atrás, escupía en su ano y metía los dedos. Primero uno, luego dos, tres y tres con el pulgar en medio. -Oooooohh ¡Cómo me gusta!, sigue, sigue, no pares. Y seguí dándole fuerte. Después de mi primera corrida, estaba aguantando muy bien, además de tenerla totalmente dura. En todos mis años de matrimonio y los anteriores con las putas, jamás había disfrutado tanto. Poco a poco sentía que me iba acercando a mí placer. Mis fuertes envestidas me tenían al borde, pero quería esperarla a ella. Pronto anunció un nuevo orgasmo, lo que también hizo que me dejase llevar y alcanzase el mío. -Sigue, sigue, más rápido, que me corro, que me corrooooo, Aaaaaaah. -Siiiii. Yo tambieeen. Y volví a llenar su coño de lefa. Caí rendido a su lado, pensando que ya no seguiríamos, pero me equivocaba. Volvió a chupármela hasta ponerla dura de nuevo, cosa que me extrañó mucho, pues nunca he sido un hombre potente, pero ...