1. Regalo


    Fecha: 09/08/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... descubierto. La posición de ella no era distinta a la mencionada, salvo que verla desnuda, con las piernas abiertas y dobladas, sus delicados pies tocando la alfombra del piso, su sexo rosado intenso por el calor del baño que quedaba totalmente expuesto, su cabello colgando del otro extremo del sillón casi llegando al suelo, su seno derecho totalmente descubierto y sus brazos dejados caer cada uno a su costado, y en su rostro una sonrisa de relax total, era más que excitante. Cerró los ojos y no se dio cuenta como ni cuando quedó profundamente dormida. Pasó como una hora cuando Ana llegó a la casa de Laura. Laura era una más de la casa así que entraba y salía de la misma con toda naturalidad. Esta vez llegó en silencio, no entró llamando, así que decidió ver si había alguien en la casa. Al principio no encontró a nadie, pero cuando entró en la cocina y vio los restos de comida, supo que su amiga había llegado y tal vez estaría arriba. No le hizo falta llamar al cachorro, este estaba nuevamente subido en la pierna de Ana. "Necesitas una novia ¿no?", le preguntaba al perro a medida que se dirigían ambos a la escalera de la casa rumbo a la habitación de Laura. Ana en la mitad de la escalera se acordó de la cámara para filmar la cara de su amiga al recibir el regalo, entonces decidió volver a buscarla, pero el perro no la siguió y subió solo. Ella bajo rápido sacó de su bolso la cámara, la encendió y subió rápidamente toda la escalera. Cuando llegó arriba se dio con una imagen de ...
    ... su amiga que no había visto. Ésta estaba totalmente dormida, sus piernas seguían más que abiertas, su rostro denotaba la felicidad del sueño, sus pechos estaban, ahora ambos, descubiertos porque ya nada los cubría, salvo uno de ellos que estaba casi sujeto por su mano derecha. El otro brazo estaba caído al lado del cuerpo. Y para peor el cachorro estaba embelesado, pero era el sexo de la bella durmiente el que lo atraía. Ana se quedó paralizada. No sabía si despertar a su amiga, quitar al perro, dejarlo que siguiera, cambiar de lugar con éste o qué. Quiso llamar a Laura pero ésta no respondía, sólo suspiraba. El perro estaba ya olfateando de lleno el sexo de Laura. Ana permaneció por unos minutos disfrutando de lo morboso de la escena. A tal punto que decidió no llamar a Laura, ni tampoco quitar a su futura mascota. Éste olfateaba el sexo de Laura con insistencia, y comenzaba a darle pequeños lengüetazas. Ana se dedicó a seguir mirando con mucho interés. Se dio cuenta que Laura había tenido un sueño erótico o quien dice había estado disfrutando de su sexo sola, cosa que ambas hacían muy a menudo, porque su sexo estaba rosado suave y brillante por sus jugos. Desde donde estaba Ana podía ver cómo manaban más jugos desde el interior de su amiga que sumados a los que dejada el perro, parecían muchos más. Ana sintió crecer en su interior una excitación tremenda. Cuando ella sentía eso inmediatamente y donde fuera que estuviese, llevaba una de sus manos a su entrepierna, sobre sus ...