Desenfrenado y apasionante fin de año
Fecha: 04/08/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: PATRI81, Fuente: CuentoRelatos
... besos en esos días, tampoco había hecho mucho más, nos dio una risita estúpida y nerviosa. Pero nuevamente me envalentone, me iba a comer mi primer chocho y ella decía que no sabría si lo haría bien, mi respuesta fue decirle que según mi marido la mamaba bien, por lo que seguro que lo haría muy bien. No nos quitamos los vestidos, nos dio igual que se arrugarán, caímos en la cama, desapareciendo nuestras inseguridades. Pocos preámbulos más tuvimos, el quitarle a ella sus braguitas y poco más. En un primer momento me dio no sé qué, pero metí mi cabeza entre sus piernas y mis labios, mi lengua, toda mi boca no paro y cuando oí su primer gemido, me encendí más. Notaba su aliento en mi chocho, pero nada más, como yo estaba arriba, me deje caer sobre su boca y le debió de pasar como a mí, hasta que empezó, que bien que lo hacía. Estaba tan abstraída que no me di cuenta de nada, hasta que sentí como algo muy caliente se ponía en la entrada de mi chocho y me penetraba sin dejar Teresa de hacer lo que hacía. Una voz potente resonó, vamos putitas no paréis, era Carlos, no podría ser otro, me follo desde el primer momento con su fuerza habitual. Lo que me provoco un enorme orgasmo y Teresa fue la siguiente. De pronto se oyó la voz de alguien gritando que ya eran casi las 12, que iban a dar las uvas, nos arreglamos apresuradamente y nos fuimos abajo. En la televisión ya aparecía el reloj de la Puerta del Sol. Tomamos las uvas y nos fuimos felicitando el año entre todos, de maneras muy, ...
... muy efusivas, tanto mujeres como hombres. Descorchamos varias botellas de champan y a brindar. Carlos tomo la palabra para hacer un brindis, un brindis que fue muy original y gracioso, para después decir que había una pareja que eran principiantes, se refería a nosotros y que eso no podía seguir así, que había que empezar el año de otra manera. Despejaron la mesa completamente, pusieron una sábana sobre ella y me vendaron los ojos, yo me dejaba hacer, estaba deseosa de que pasara de todo. Varias manos empezaron a desnudarme, algo que no fue complicado, porque me bajaron la cremallera del vestido y una vez que lo sacaron quede totalmente desnuda. Lo único que no me quitaron fue las medias pantys con liguero que llevaba, que por los silbidos y todo lo que decían no me debían de sentar nada mal. Lo siguiente fue notar que varios brazos fuertes me elevaban hasta dejarme tumbada sobre la mesa. Empecé a sentir como aceites sobre mi piel con manos acariciándome suavemente de manera lujuriosa. No ver me hacía sentir todo de otra manera, no sabía por dónde me iban a venir, me daban mordisquitos muy suaves por todo mi cuerpo, sentía lenguas de todo tipo, moviéndose con distintas intensidades. Las manos nos las podía mover, porque las tenía por encima de mi cabeza y mi marido me las agarraba. Todo se volvió más excitante cuando note como me comían mi chocho y me daba cuenta perfectamente como no siempre era la misma boca, la misma lengua. No sabía en cada momento si era un hombre o una ...