1. Desenfrenado y apasionante fin de año


    Fecha: 04/08/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: PATRI81, Fuente: CuentoRelatos

    ... mujer y cuando ya me puse rabiosa, era cuando me ponían sus rabos sobre mis labios e intentaba atraparlos con mi boca y los quitaban. Tuve un orgasmo que fue muy intenso pero que me supo a poco, como si me faltase algo. Por mis labios me pasaban dos rabos y con mi lengua los chupaba. Mi marido me soltó mis manos y me quito el pañuelo de los ojos. Los dos dueños de esos rabos eran Ramiro y Miguel, ahora al tener mis manos sueltas los cogí y me los fui metiendo en la boca, me gustaba la cara que ponían con la mamada que les hacía, pero estaba incomoda en la mesa y me bajé de ella, no los deje escapar, me besaba y nos metíamos mano mutuamente. Fue cuando fui consciente del embrollo que había, todos follando juntos. Estábamos todos desnudos, por lo menos en el vistazo que di, así vi a todos. Parecía una competencia de gemidos y de palabras de subido contenido sexual, lo que por lo menos a mí me subía más lo salida que estaba. Tenían dos maneras de follar muy distinta Miguel y Ramiro, pero lo hacían muy bien, me tenían fuera de sí. No sabía cómo aguantaban tanto, no sabía si es que habían tomado algo, pero no se llegaban a correr y conmigo no paraban, ya había tenido varios orgasmos. Ramiro se sentó en un amplio sillón y me llevo junto a él y me senté sobre su rabo, que entro sin ningún impedimento, lo sentí muy bien y luego Miguel que ya me lo esperaba, se puso por detrás y me empezó a meter su rabo en mi culo, lo hacía muy suave con algo de reparo y tuve que animarle para que no ...
    ... se cortara, metiéndomelo de una vez. Me follaban con mucha cachaza y eso al principio podía estar bien, pero necesitaba algo más de fuerza, de empuje. Como a veces una es tonta no quise decirles nada, pero empecé a moverme yo con más energía, pero los tíos no se daban por aludidos y las buenas formas no valían, así que les dije o que se espabilaban y me follaban bien o me buscaría a otros con más ímpetu. Eso fue como espolear a un caballo, que arremetidas me empezaron dar, eso era lo que yo quería y oírles decirse entre ellos, vamos a darle a este putón lo que se merece, me puso más excitada. Volví a tener varios orgasmos y cada uno fue mejor, hasta que se corrieron ellos, que me encanto sentirlos y el mordisco que me dio en el hombre Miguel, más que el mordisco en sí, fue la intensidad, que duro mientras se corría. Paramos y más que por mí por ellos, que estaban resoplando con falta de aire y, es más, mientras Ramiro fue a traernos unas copas, Miguel me dijo que era inagotable, que ni su mujer lo dejaba así. Juan nunca me había dicho eso, pero también es verdad que nunca habíamos vivido ese tipo de situaciones. Ramiro me paso una copa, que no era lo que yo solía tomar porque lo que fuera llevaba naranja, me dio igual y bebí, estaba muy fuerte, pero le di un buen trago y luego lo deje en la mesa. Tenía sentado a cada uno a un lado. Yo seguía con más ganas que al empezar la noche, necesitaba más y empecé a tocarles, consiguiendo que otra vez estuvieran en forma. Ahora hicimos ...
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