1. Desenfrenado y apasionante fin de año


    Fecha: 04/08/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: PATRI81, Fuente: CuentoRelatos

    ... perder ningún acontecimiento. Los hombres recogieron todo y dejaron la mesa despejada y en una mesa auxiliar dejaron preparados los boles con las 12 uvas preceptivas. Estuvimos más comedidas y durante toda la cena Teresa no paraba de observarme, como ya nos movíamos hablando todos con todos, busque la ocasión propicia y me acerque a Teresa, me puse a hablar con ella y le pregunte con suavidad, el porqué de mirarme tan intensamente y ella como si supiera que se lo iba a preguntar, me dijo que, por mi vestido, preguntándome todo sobre él. Actuaba con mucha normalidad y yo la escuchaba con normalidad. Llevaba un vestido largo, parecido al que yo no me había puesto, enseñando por una abertura sus piernas, pero lo más llamativo y que le sentaba muy bien, era el escote que le llegaba hasta la cintura, dejando ver que tenían un abundante pecho y muy bien colocado, mi mirada se iba hacia el pecho, ya no me preguntaba si era operado o no, me atraía simplemente. Sabia por Carmen que con Teresa no había podido hacer nada, que era una mujer difícil distante. A pesar de eso y en un acto no premeditado, no fue valentía ni imprudencia, fue algo disparatado por mi parte, según escribo esto todavía no me lo explico, pero mi mano bajo y se puso en su cintura, para mientras hablábamos bajar suavemente por sus nalgas, las acaricie con total nerviosismo, sabía que lo más que me podía pasar, era que me dijera que no y ya estaba, no pasaría nada. Teresa se dio la vuelta y se quedó mirándome de ...
    ... frente, como la música estaba bastante alta, se acercó un poco y de forma petulante me dijo, te has dado cuenta de que me estabas tocando el culo, mi respuesta lógica era decirle que como no me iba a haber dado cuenta, en lugar de hacer eso, metí mi mano por la abertura de su vestido y la puse entre sus piernas, acariciando sus muslos hasta llegar a su chocho. Me agarro con una de sus manos la mía, para no dejarme seguir, pero me paso como cuando enculé a mi marido, me sentí la mujer más poderosa, porque vi en sus ojos que haría lo que yo dijese. Me soltó la mano y según la tocaba, cerraba sus ojos, movía sus labios y pare. Le dije que no perdiera el tiempo que me siguiera a mi habitación, que no teníamos mucho tiempo que pronto serían las 12 de la noche. Me dijo que no iría, mire a sus ojos y mu chula le repetí que no tardase, subiendo a mi habitación. Mientras subía iba toda nerviosa, no sabe si subiría y si lo hacía, no me había visto en otra igual. Entre en mi habitación y deje la puerta abierta, no había notado que me siguiera, porque tampoco me di la vuelta para verlo, ya estaba pensando que me tendría que bajar cuando oigo unos tacones, mi corazón coge un ritmo acelerado y veo a Teresa entrar por la puerta y mirándome a mis ojos me dice, ¿y ahora qué? No lo pregunto de manera arrogante, más bien temerosa. Me acerqué y nos besamos, un beso muy sensual y apasionado, cuando paramos ella me dijo que nunca había hecho nada con una mujer y yo le respondí que, exceptuando unos ...
«1...345...15»