1. Karina, casada insatisfecha


    Fecha: 23/06/2019, Categorías: Infidelidad Dominación Autor: AJfsbsm88, Fuente: CuentoRelatos

    ... vagina, hicieron que este se encharcara y sabiéndote indefensa, seguí arrasando con el rubio vello que enmascaraba tu vagina. -Te lo voy a dejar como el de una quinceañera- murmuré en tu oreja mientras la mordía. - Me haces sentir tuya… maldito infiel... - Tu calentura y la imposibilidad de moverte, hizo que meneando tus caderas me pidieras que te cogiera, pero haciendo oídos sordos a tus deseos, pacientemente terminé de afeitar tu coño y tomando mi móvil, lo fotografié repetidamente mientras te amenazaba con mandar esas imágenes al cornudo de tu marido. Atropelladamente me pediste que siguiera. - Tus gemidos se hicieron gritos cuando recuperando el consolador, te lo incrusté a su máxima potencia, diciendo: -Sonríe que quiero dejar constancia del estreno de tu nueva vagina, Tu cara de zorra fue un indicio del morbo que te daba ser inmortalizada con ese enorme aparato en tu interior y por ello comencé a menearlo sacando y metiéndolo de tu interior mientras pellizcaba tus tetas. - Sodomízame duro. ¡Que me quede claro que soy tu hembra! - No esperabas que liberando una de tus manos te diera la vuelta sin dejar de penetrar con el consolador tu sexo y volviéndote atar, te dijera: - ¿estas preparada para que te dé por culo a pelo? - ¡Estoy cachonda. - No respondiste y comprendiendo que con tu silencio me dabas el permiso que necesitaba, separé las dos nalgas con mis manos y acercando mi glande a tu ojete, apunté y de un solo empellón, te lo clavé hasta el fondo. - Cierra la ...
    ... puerta… deseo gemir mucho. - Tu grito se debió de oír hasta la recepción del hotel, pero no por ello me compadecí de ti y sin dejar que te acostumbraras a tenerlo campeando en tus intestinos, machaqué sin pausa tu culo mientras me pedías que cerrara la puerta: -Ahora, no. Primero quiero demostrarte que eres mi hembra y que yo soy tu dueño- respondí cogiendo tu melena y forzando tu espalda al tirar de ella. - No pares- leí tu entrega en la pantalla. - El dolor y el placer se mezclaron en tu mente mientras temías que en cualquier momento alguien entrara por la puerta, alertado por el volumen de tus gritos. De haber estado libre, te hubieses arrodillado ante mí y me hubieses pedido que te dejara levantarte, pero en tu estado solo pudiste seguir gozando mientras rogabas que nadie apareciera. - ¡Me corro! - reconociste desde la mesa de tu despacho. Quise seguir zorreando, pero saber que te habías corrido, azuzó mi muñeca y releyendo nuestra conversación durante un par de minutos me pajeé hasta que mi verga explotó dejando pringada la pantalla de mi portátil. - ¿Estás ahí?- preguntaste confundida por mi silencio. - Sí- contesté todavía con la respiración entrecortada. No fui capaz de reconocerte que justo en ese momento mi semen amenazaba con estropear mi ordenador, en vez de ello tecleé: - Disculpa, pero tuve que atender a un cliente. Fue entonces cuando cruzando la barrera que nos habíamos auto impuesto me rogaste que querías verme de nuevo para que por fin te pueda romper ese culo tan ...
«12...5678»