Karina, casada insatisfecha
Fecha: 23/06/2019,
Categorías:
Infidelidad
Dominación
Autor: AJfsbsm88, Fuente: CuentoRelatos
Hola me presento me llamo Alberto y soy de Costa Rica, por lo general las personas que escriben por este medio hacen una descripción física y yo no voy hacer la excepción así que me presento, pues diré que soy profesional, mido aproximadamente un 1.80, delgados, ojos cafés, pelo negro, en cuanto a mi pene es de un tamaño normal unos 17 cm, en este caso les vengo a relatar un breve relato con una mujer bastante especial a la cual llamaremos Karina que resulta ser una mujer casada, la cual como muchas veces resulta que no está bien atendida por su esposo, insatisfecha con ganas de probas nuevas cosas, Karina es una mujer de 1, 75 cm, delgada con unas preciosas, largas y torneadas piernas, de caderas anchas que la hacen terminar en un trasero perfecto que ha sido testigo de varias de mis fantasías, de tez blanca, unos pechos de buen tamaño, con unos pezones rosados, de ojos verdes y de una preciosa cara, este un extracto de unas de las conversaciones que hemos tenido: Hoy me has preguntado por mail qué es lo que quiero de ti. Tras pensarlo durante unos instantes, te contesté: - Por querer, quiero muchas cosas. Una noche recorriendo tus pechos con la lengua, un amanecer acariciando tu melena mientras me sumerjo en ti, una mañana con tus piernas entrelazadas con las mías… Que me regales tu hilo sabiendo que te has masturbado con ellas puestas, Sentir tus labios mientras engulles mi miembro. Azotar tus nalgas y oír tus gemidos al ser poseída por mí. Mi respuesta te satisfizo e ...
... interesada, me contestaste: - Dime que te caliento. Al leerlo, supe que querías jugar y por eso ya excitado, escribí: - Sabes que siempre me calientas. Cada vez que ingreso al Facebook, estoy deseando encontrarte y que pidas que te diga todo lo que te haría. Busco nuestras conversaciones anteriores mientras tomo mi pene y me masturbo. Me encantaría mordisquear tus pezones y oír tus gemidos, mientras me pides que te haga mía. Te juro que, de estar frente a ti, mordería tu cuello y con mis dientes te bajaría los tirantes de ese bikini blanco para descubrir el tamaño de tus pezones, esos pezones rosados y grandes que he mordido y chupado tantas veces y en este momento te los estás tocando mientras me imagino que tus pechos tienen el tamaño y la separación perfecta para hundir mi cara entre ellos. Recuerdo que tu marido otra vez ha salido de viaje de negocios y que estabas sola. Aprovechándome de eso, te dije: - Y ahora mismo, ¿no echas de menos a alguien que te susurre en las orejas y que mientras lees mis palabras, te pida que cierres el ordenador y le acompañes al jacuzzi? Reconociendo mis intenciones, muerta de risa, preguntaste: - ¿Para qué me ahogue en el jacuzzi? - jajaja para nada le conteste. De ser yo quien te llevara a esa bañera, aprovecharía que las burbujas, acariciando tu vagina que debe estar bien depilada como siempre la llevas desde que te lo pedí, se bien que te has puesto caliente para pedirte que te montaras sobre mí. Sé que aceptarías gustosa y cuando ya ...