1. Afortunado Reencuentro (II)


    Fecha: 04/06/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... como se abría la puerta, era Alberto que venía caliente, loco por follarme. Y me di cuenta porque tal como llegó empezó a comerme el coño, pasando luego a chupársela yo y terminar follando como cosacos. En un momento de respiro, entre tanto gritos y goces, le dije a Alberto: - Me apetece un poco de champagna - . Alberto. - Está bien, bajaré por él abajo - respondió. - ¿ Para qué está el servicio de habitaciones ? - le recordé. - Tienes razón. Cogió el teléfono y pulsó el número correspondiente al servicio de habitaciones. Habitación 426 ... una botella de champagna, por favor. ... Gracias. Bueno pues ahora la suben. - Y seguimos follando. A los cinco minutos, ya metidos en faena otra vez, ni nos acordábamos de la bebida cuando llamaron a la puerta. Alberto se puso su batita de seda y fue a abrir. Yo me quedé en la cama, boca arriba y abierta de piernas esperando el regreso de Alberto, mientras me masturbaba un poco para no enfriarme. Cerré los ojos y sentí venir el goce. - ¡¡ Laura !! - gritó Alberto. - Yo abrí rápidamente los ojos y me encontré frente a mí a Alberto, pero acompañado, acompañado de ... Jesús, el morenazo del bar, el antigua amigo de Alberto. - Coño, te digo desde la puerta que va a pasar Jesús a tomarse una copa, que te tapes un poco y ni te enteras, menos mal que Jesús es como un hermano - me dijo Alberto. Yo estaba roja como un tomate por la vergüenza que sentía, alguien a quien no conocía de nada, sólo en sueños me había visto como me hacía una paja, ...
    ... frente a él. Jesús venía vestido con un pantalón negro, una camisa blanca de brillo, cubierta por un chaleco rojo en el pecho y negro en la espalda, todo ello rema tado por una bella pajarita de brillo negro en su musculoso cuello. Un auténtico camarero. - ¿ Te apetece echar un polvo, Jesús ? - bromeó Alberto. - Mucho, Laura está buenísima, y entre amigos, ya se sabe, ¿ o no ? - respondió con broma Jesús. - Pues empieza a comerle el coño, anda - dijo Alberto. Hasta el momento, creí que todo era broma, todos hablaban en broma, pero todos queríamos que pasara a ser parte de la reali dad, y así fue. Alberto se tiró en la cama, me abrió las piernas con suavidad y empezó a comerme el coño ante la mirada asombrada de Alberto. Lo que empezó como una broma se había convertido en realidad. Jesús estuvo unos tres fantásticos minutos comiendome el coño frente a la mirada fascinada de Alberto. De pronto se levantó, y yo creí que se iba a marchar, que aquello se iba a acabar. Pero lo que hizo fue desnudarse, dejar un fantástico, increíble y maravilloso cuerpo ante mi vista. Y sobre todo resaltaba una fantástica polla, bien empalmada, con un capullo rojo brillante. La tenía normal pero muy, muy bonita. Mediría unos quince centímetros de largo por cinco de ancho. No sé por que pero desde siempre me ha encantado medir el tamaño de la polla de los tíos, y si no, primero hacer un calculo estimado. - Déjate sólo la palomita- le pedí. Y se la puso de nuevo mientras sonreía a Alberto. Alberto me puso ...
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