1. Afortunado Reencuentro (II)


    Fecha: 04/06/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tres, mirando hacia arriba, viendo mi reflejo en el espejo. Podía perfectamente la polla del tres entrar y salir de mi triángulo de pelo rizado negro. Entonces el cuatro agachó la cabeza y empezó a chuparme el clítoris, me lo empujaba con su lengua hacia la polla del tres que entraba y salía, sintiendo doble placer. Sentía que cuando salía la polla del tres, el cuatro tenía que pasarle la lengua, pues le pasaba de camino. Todo mientras le chupaba con fuerza la polla al dos. El cuatro, el que chupaba el clítoris, dejó paso al cinco por abajo de él, y empezó a chupársela. El cuatro la tenía más bien delgada, no era delgada en sí, solo que era la mas delgada del resto de las maravillas. El uno y el seis, se separaron un poco, y entre el hueco que me dejaban entre todos, pude ver como el seis se la metía al uno. Aún no había podido ver la polla al uno, si la tenía en proporción al cuerpo y a la lengua ¡ Madre de Dios !. El uno estaba a cuatro patas, moviéndose en un vaivén hacia el seis, el cual levantaba la vista hacia arriba en señal de placer. El uno gemía, de placer, mientras incrementaban el ritmo. El seis fue el primero en correrse, dentro del uno, en una estampida de gritos y convulsiones. Después le siguió el cuatro, el que se lo estaba chupando. Se corrió en la boca del cinco, a la vez que el dos se corría en mi boca. Yo tenía la boca llena de polvo, y no quería tragármelo, no me apetecía. Entonces el cinco se dirigió a mí con rapidez y empezó a comerme la boca. No me ...
    ... dio tiempo a vaciar mi boca de la leche blanca del dos. Sentí que el cinco traía la boca también llena de polvo, y mientras nos comíamos la boca, hacíamos un cóctel de polvos, cóctel que ambos tragamos con muchas ganas. Sólo quedaban el uno, el tres y el cuatro. El resto se separó del grupo, se sentó en el suelo apoyándose en las paredes y se dispusieron a ver el espectáculo con un dibujo de placer marcados en sus rostros. Capítulo IX El uno se dirigía hacia mí, por fin le vi su polla. Era grande, gorda, la mejor. Pero, cuando se acercó hasta llegar a mí, descubrí la realidad. Un miedo se apoderó de mí. Era mucho más grande de lo que creía en un principio. No me iba a caber. Me iba a destrozar. El uno abrió la boca y dijo: " Para tu información, te diré que mide veinte centímetros de largo, y seis de ancho." Era imposible que me entrara, aunque estuviera chorreando. Me abrieron las piernas entre dos de los que habían terminado. Primero hizo que se la chupara para mojársela, yo accedí, pues era mejor para mí, para que no me doliera tanto. Para que el capullo entrara en mi boca, tuve que abrirla al máximo, mas o menos se sabe lo que son seis centímetros de carne en la boca. Luego fue para abajo, para mi coño, y ... me la metió despacio, muy despacio. Sintiendo como entraba el capullo primero, luego el pequeño salto de donde acaba el capullo y empieza el resto, y así hasta el fondo. Noté que me llegaba muy adentro, donde jamás había llegado nada. Sentí como me desgarraba los ...
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