Fin de Semana
Fecha: 02/11/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... dije una palabra pero no me agradaba la idea. Aún tengo buena figura y ya había estado meditando sobre como sería estar desnuda y viendo a Pedro, que estaba segura no sería malo para los ojos. Él es una versión ruda de mi marido, comparte los mismos trazos físicos, pero yo estaba muy nerviosa. Pues terminamos nuestro café y después de un ligero desayuno, Pedro dijo que iba a la playa, entró a su cuarto y salió con una toalla envuelta en la cintura, sospeché que no traía puesto su traje de baño. Él se fue a la playa y Tina vino hacia mí y me preguntó que si me molestaba el desnudo integral, ella me apoyaría quedándose con su traje puesto. No quise parecer puritana, así que le dije: "Tonterías, será divertido" Mi marido se me quedó viendo sorprendido, pero no objetó. Miguel y yo salimos a unirnos con ellos en la playa. Recuerdo la excitación que me entró, tanto por ver a Pedro desnudo sobre su espalda, como al despojarme de la toalla y exponer mis intimidades. A partir de ahí, lo único interesante fue que estábamos desnudos. Platicamos, leímos, nadamos, descansamos y comimos igual que si estuviéramos en traje de baño, no nos sentimos sensuales o excitados, por lo menos yo no. El día pasó y nosotros permanecimos en cueros, incluso mientras entrábamos y salíamos de la casa para traer bebidas o bocadillos. Preparamos algo de comida y luego nos tendimos en la playa a leer, como si hubiéramos sido nudistas toda nuestra vida. Ya estábamos en el patio haraganeando, cuando decidimos ...
... salir a cenar, Pedro dijo que deberíamos ducharnos primero, entró a la casa unos momentos y para mi sorpresa regresó con su toalla, jabón y parafernalia. Me di cuenta de que iba a usar la ducha exterior. Bueno, eso si fue excitante. Traté de no mirar, pero no pude evitar echar un vistazo a su cuerpo húmedo. Cuando él se enjabonó y lavó su miembro semi erecto, no pude ni disimular que no lo estaba viendo. Una vez que terminó, Tina hizo lo mismo y entonces fue mi marido quién no le podía quitar los ojos de encima. Me sentía incómoda de bañarme delante de ellos, así que cuando Tina entró a la casa a vestirse y antes de que Pedro saliera, aproveché de darme un duchazo rápido. Pues salimos a cenar y tomar algunos tragos, para cuando regresamos ya era tarde y ambas parejas estábamos calientes así que nos retiramos a nuestros respectivos cuartos. Miguel y yo no podíamos esperar mas para follar, me penetró inmediatamente y no tardó mucho, pero sorprendentemente, yo tampoco. Ambos nos venimos y nos quedamos recostados platicando sobre los incidentes de esa tarde, mientras lo hacíamos él se volvió a poner duro y empezamos a follar nuevamente. Esta vez, él tuvo el control y me folló como no lo había hecho en mucho tiempo. Follamos lo que nos parecieron horas, con lo que tuve varios orgasmos hasta que finalmente colapsamos cuando él explotó dentro de mí y caímos dormidos. Nos despertó Pedro, que entró a nuestro cuarto para hacerlo. Yo estaba un poco apenada, es cierto que me había visto ...