1. Atinan-En un balneario de Praga


    Fecha: 27/05/2019, Categorías: Erotismo y amor Autor: almogaver92, Fuente: RelatosEróticos

    ... vaivén en su pene, haciendo que se le escaparan algunos bufidos. Bajó sus manos hasta mi culo, me acarició las nalgas y me levantó. Me agarré a sus hombros y mis piernas se cruzaron alrededor de su cintura. Sentí como su glande tanteaba mi la entrada de mi vagina. Con los ojos medio cerrados, sentí como me penetraba poco a poco, lentamente, disfrutando cada centímetro de su barra. Entre las oleadas de placer que me acometían con cada embestida de Jordi, un fugaz pensamiento pasó por mi cabeza. "Creía que esto solo pasaba en las películas románticas baratas". Y aquí terminó toda mi capacidad de razonamiento. Jordi me agarraba con fuerza en los muslos, mi espalda enganchada en la pared soportaba los embistes de aquél macho mientras sus labios recorrían mi busto, parándose a besar el lunar que tenía en mi pecho y mordisqueando mis pezones, haciendo las delicias de cualquier mujer. Mientras no podía evitar que mis gemidos se escurriesen entre mis labios, sentí que se acercaba mi orgasmo. No se cuanto tiempo llevábamos así, aunque creo que no era mucho, pero aquella situación me estaba llevando a tocar el cielo a la velocidad de la luz. Mi vagina inició las contracciones que acompañaban mi orgasmo, exprimiendo aún más el miembro de Jordi. Mis gemidos subieron gradualmente de tono mientras me agarraba cada vez con más fuerza a mi amante. Sus gemidos y bufidos aumentaron de volumen junto a los míos, y sentí como su verga empezaba unos pequeños pero potentes espasmos dentro de mi, ...
    ... acompañados cada uno de un chorro de su semen regándome por dentro. Después de corrernos, nos deslizamos poco a poco hacia el suelo. Mis piernas, que se habían enroscado en su cadera, favoreciendo el abrazo, se relajaron y mis pies volvieron a sostenerme. Aún estábamos mojados los dos, una mezcla de la lluvia y del sudor nos bajaba lentamente por el cuerpo. Estuvimos así, abrazados unos segundos más mientras recuperábamos el aliento y nos recomponíamos. Su pene salió poco a poco de mi vagina, noté como se encogía y recuperaba su tamaño normal. Me separé un poco de él y le miré a los ojos. Volvimos a besarnos, esta vez con ternura. Estaba descansada, aquel orgasmo me había dado energías. Ya no estaba excitada, y por lo que podía ver Jordi tampoco lo estaba. Pero aún así, me moría de ganas de volver a estar con él, ahora sin tanta pasión, ahora quería hacer el amor. Lo llevé de la mano a su cama, y me senté. Terminé de quitarme la ropa y él también se desvistió del todo. Se sentó junto a mi y le besé. Los pelillos de su barba de 3 días me hacían cosquillas en la nariz, como podía ser que antes no lo hubiese notado? Seguí besándole y se tumbó poco a poco, quedando yo encima de él. Me senté a horcajadas sobre su abdomen, a la vez que me mantenía recostada para besarle y abrazarle. Sus manos se paseaban por mi espalda, masajeándome suavemente para, al cabo de poco, pasar delante y me sobarme los pechos con suavidad, jugando con mis pezones con sus pulgares. Sentí en mis nalgas como ...
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