1. Atinan-En un balneario de Praga


    Fecha: 27/05/2019, Categorías: Erotismo y amor Autor: almogaver92, Fuente: RelatosEróticos

    ... pies? Qué se puede hacer? -Uy! Ni te imaginas, si quieres te lo puedo enseñar...-dijo mirándome travieso. -Pero bueno, que sinvergüenza eres! Jajaja -aunque me estaba haciendo la dura, tenía unas ganas terribles de que me empotrase contra la pared. -Te digo una cosa? -me dijo en voz baja acercándose a mi. -Venga, a ver -le contesté acercando mi cara a la suya. -Tanto hablar de sexo contigo se me ha puesto dura -me susurró en el oído. -Pues yo tengo que confesarte que me tienes mojada -le dije poniéndome más roja que un pimiento. Ese comportamiento era totalmente nuevo en mi! -Pues que te parece si vamos al hotel y nos aliviamos? No merecemos estar así ninguno de los dos -me dijo, como si hablara de hacer un bien común para la humanidad, más que de ir a echar un buen polvo. -Venga, vamos -le contesté emocionada. Salimos del local, y sorpresa! Estaba diluviando. Y mi paraguas y mi chubasquero? En el hotel. Que bonito. -Venga corre, el hotel donde me hospedo está a 5 minutos andando! -Me gritó Jordi cogiéndome de la mano mientras echaba a correr bajo la lluvia. -Pero que haces loco! Nos vamos a quedar chorreando! -Y que más da? Si tu me has dicho que ya lo estabas! Jajaja No pude evitar reírme a carcajadas mientras le seguía corriendo bajo la lluvia. Al cabo de nada estábamos no mojados, sino empapados. Creo que hasta se me habían mojado las bragas (y ahora de agua). Finalmente llegamos al hotel, y sin soltarme la mano, pidió la llave de su habitación al conserje. Mi corazón ...
    ... parecía que iba a salirse de mi pecho. Nos metimos en el ascensor, y no pude evitarlo, le agarré la cabeza y le morreé. Sin cortarse un pelo, me agarró de la cintura y me apretó contra su cuerpo, mojado pero caliente. Nuestras lenguas se entrelazaban mientras el ascensor nos subía a la planta de su habitación. Atreviéndose a ir más lejos, me desabrochó el botón del pantalón y me metió mano. No pude hacer otra cosa que dejar escapar un pequeño gemido. Sus atrevidos dedos me acariciaban la vulva por encima de las bragas. Oímos una campanilla cuando el ascensor se paró, y detrás de las puertas abriéndose, había un matrimonio mayor. Nos miraron mal mientras intentábamos disimular y salíamos del ascensor intentando no reírnos. Seguí a Jordi hasta su habitación mientras se nos escapaba la risa. Justo después de entrar, sin ni si quiera haber cerrado la puerta me agarró y siguió besándome. Le pegó una patada para cerrar del todo, y me empujó con su cuerpo contra la pared. No se como, pero conseguí quitarle la camisa, y él me bajó los pantalones sin dejar de manosearme. Sus manos me acariciaban por todo el cuerpo, haciéndome sentir un escalofrío por donde pasaban. Le bajé la bragueta, y su miembro, totalmente erecto, quedó claramente marcado en sus calzoncillos. Se lo agarré con suavidad pero con determinación. Estaba caliente, y palpitaba a mis manos. La boca de Jordi se deslizaba por mi cuello, haciéndome suspirar mientras sus dedos pellizcaban mis pezones. Empecé un movimiento de ...
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