1. Atinan-En un balneario de Praga


    Fecha: 27/05/2019, Categorías: Erotismo y amor Autor: almogaver92, Fuente: RelatosEróticos

    Atinan-En un balneario de Praga Hace unas semanas fui con unas amigas a Praga de viaje, una especie de reencuentro después de meses sin vernos. Estaban Rosa, Gema y Vanesa, y nos íbamos a encontrar con Sara, que estaba con su novio viviendo allí. Durante el viaje no hay mucho que decir, un grupo de chicas de fiesta, visitando museos y conociendo la ciudad. Todo iba normal hasta que una de mis amigas, insistió en ir a un spa que había en un parque acuático. Hasta aquí todo normal, no hubo inconvenientes. Pero menuda sorpresa nos llevamos todas (excepto Sara, que nos había propuesto ir allí) al descubrir que teníamos que ir desnudas, solamente podíamos llevar una toalla en cuanto saliésemos del jacuzzi o las piscinas. Como habíamos pagado la entrada, aceptamos entrar igualmente, aunque personalmente, me pareció una locura, ni siquiera iba bien depilada! En fin, que le vamos a hacer... Para ir acostumbrándonos a ir en bolas entramos primero en la sauna, dónde podías estar con la toalla, aunque éramos las únicas, todos y todas los que estaban ahí iban como Dios les trajo al mundo, llenos de sudor. Si me fijé en los hombres? Pues no, bastante tenía estando casi desnuda y brillante de sudor en un sitio lleno de desconocidos y con mis amigas. Aunque eso sí, nos entró la risa tonta en seguida, por la situación en general supongo. Después de estar un rato sudando, cuando ya no podíamos más, nos fuimos a un jacuzzi. Buscamos uno que estaba un poco apartado y en el que no había nadie. ...
    ... Aún así, el momento de quitarnos la toalla y entrar fue para nosotras (al menos para mi) un momento de corte total. Hasta que entramos en el agua, que con la espuma no se nos veía nada. Y como relajaban las burbujitas, deslizándose por todo el cuerpo. Esto era nuevo, las veces que había ido a un jacuzzi había sido siempre con el bañador o bikini, que tapaban ciertas zonas. Ahora en cambio, el masaje que daban las burbujas se extendía por todo mi cuerpo, y me centré en sentir como el aire se escabullía y me hacia cosquillas en los pechos y en la vulva. Aquello, aunque agradable, me cohibió un poco. Sabrían mis amigas lo que sentía? Joder, claro, ellas estarían igual. Así que estuvimos unos segundos calladas mirándonos hasta que de repente estallamos todas en carcajadas. La gente que había cerca nos miró como si nos hubiésemos vuelto locas, supongo que la sensación de libertad que te da entrar en pelotas en un jacuzzi no será nueva para ellos. Una vez nos relajamos del todo, seguimos charlando, sin acordarnos de nuestra desnudez, como si toda la vida hubiésemos entrado en el agua en sitios públicos desnudas. Cuando llevábamos un rato, nos fijamos en una pareja que había unos jacuzzis más allá. Los dos eran rubios, y tenían una cara que parecía sacada de una revista de modelos. Seguramente, sus cuerpos serían iguales, ella con unos pechos operados y perfectos y sin un gramo de grasa en el abdomen. Y él tendría unos pectorales que parecerían de una escultura griega, seguro. Pero ...
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