1. MI compañero de piso


    Fecha: 27/05/2019, Categorías: Anal Gays Autor: SirLawrence23, Fuente: xHamster

    ... podido evitar quedarme observándote al entrar. Era una oportunidad idónea.- Bueno pues aquí me tienes, antes me has dicho que querías verme y aquí estoy.Me puse de rodillas en medio de sus piernas y lo contemplé, debajo tenía el cuerpo que más había deseado en las últimas semanas. Al verlo allí delante, tumbado ante mí, me sentí dichoso, sobre la tela blanca se marcaba su verga en plenitud, pugnando por salir fuera de esa contención de algodón. La escena me ponía todavía más caliente, me demoré mirando su cuerpo músculo a músculo, acaricié mentalmente su duro torso y sentí también en mi imaginación sus fuertes brazos rodeándome. Los ojos de Esteban brillaban producto de la excitación del momento. Me mantuve en silencio, acerqué mis manos a su cintura y lentamente bajé el elástico del calzoncillo, deslizándoselo por sus piernas hasta quitárselo del todo. Tenía una polla magnífica, sin circuncidar, pero mostrando parte de su capullo fuera del capuchón. Estaba tensa, con las venas bien marcadas, palpitante. Se quedó apuntando hacia su vientre. No quise tocarla. Me quité el calzoncillo y me tumbé sobre él para besarlo de nuevo. Fue una sensación increíble. Sentí su cuerpo cálido y fuerte debajo del mío, mientras nuestros sexos quedaron aprisionados y juntos entre nuestros cuerpos. Nuestras vergas se saludaban mutuamente, se daban la bienvenida, se besaban entre sí, dándose calor la una a la otra, pugnando por ocupar un sitio entre nuestros vientres.Comencé una cadena de besos, ...
    ... fui bajando por su pecho hasta llegar a su pubis. Lo olí. Él me acariciaba la espalda y la cabeza, acompañándome en mi descenso. Por primera vez agarré su verga con mi mano. Pude sentir su dureza y su calor contra mis dedos y mi palma. La levanté y la mantuve un rato apuntando al techo, mientras la miraba. Quería contemplarla en todo su esplendor. Tiré de su capullo y su glande apareció reluciente al completo. Era una magnífica bellota de color púrpura. Abrí mi boca, saqué la lengua y la pasé por este hermoso fruto. Lamí su glande por un lado y por otro; luego me lo metí dentro de la boca para saborear con dulzura. No era muy grande ni muy gorda, simplemente era preciosa. Del tamaño justo para ver cumplido todos mis deseos. Quería saborearla, sentirla dentro de mi boca, notar su textura, su dureza, su calor… Abrí bien los labios y fui comiéndomela poco a poco, hasta que chocó con el fondo de mi garganta. No podía meterla más. Puse mis labios sobre mis dientes para no herirle e inicié un movimiento circular lento, en uno y otro sentido de las agujas de un reloj. Sé que eso excita mucho más que hacer un movimiento de sube y baja, aunque sea parsimonioso. Esteban suspiraba y lanzaba algún que otro quejido, animándome a seguir. Pasados unos minutos la saqué de mi boca y con la lengua recorrí sus velludos huevos. De la garganta de Esteban salían ahora una especie de gruñidos que me excitaron aún más. La cosa iba por buen camino.Volví a su verga. Sus manos ayudaban en esa labor ...
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