1. MI compañero de piso


    Fecha: 27/05/2019, Categorías: Anal Gays Autor: SirLawrence23, Fuente: xHamster

    ... huevos, su culo…-expuestos a mi vista. Con una mano sobre su pecho, subiendo y bajando al ritmo de su respiración y la otra estirada a lo largo de su cuerpo, parecía disfrutar de una serenidad que a mí me faltaba por segundos. No sabía qué hacer, bueno sí, dar media vuelta y salir de allí, pero no quería. De repente, como en sueños, hizo un gesto involuntario: metió una de sus manos por debajo de la sabana y se rascó, se acarició los huevos y la verga. Yo sudaba de la tensión, no me atrevía ni a moverme. Su sexo se marcaba con claridad en la tela de la sábana. ¡Qué delicia!Tuve miedo a que se despertase y salí de allí. Casi no podía andar de la tremenda calentura con la que había salido de aquella habitación. Tampoco podía ir a la mía a desahogarme: era la hora de clase y no podía perder más tiempo. Había estado casi diez minutos contemplando a mi compañero desnudo. El tiempo había volado. Si se hubiera despertado, mi situación hubiera sido muy comprometida, y nada más lejos de mi intención que perder a este magnífico compañero de piso. Esteban era muy educado, colaboraba en la limpieza y orden de la casa; a veces, algo tosco y seco en el trato, pero no daba ningún tipo de problemas, ni ruidos, ni escándalos. Una joya de compañero comparado con los de otros años.Me fui a la universidad, fotocopié los apuntes y pasé la mañana en clase, sin poder quitarme de la mente la hermosa visión que había tenido esa mañana, sin poder quitarme la calentura. Ardía de deseo, de excitación ...
    ... y de rabia.Al volver a casa por la tarde, él no estaba. Estará entrenando, pensé. Siempre lo hacía por las tardes. Fui a mi habitación y me desvestí en un santiamén, me agarré la polla con una mano, pensando en las nalgas de mi compañero, en el paquete que formaban sus ajustados pantalones, en las partes de su cuerpo que había tenido tan cerca y tan inaccesibles a la vez. Me palpitaban las sienes pensando en él y tumbado sobre la cama, abierto de piernas, no pude evitar imaginar al jugador de rugby, cachas y fuerte, delante de mí, acercándose con su verga erecta dispuesta para que disfrutara de ella. Mi excitación era extrema con estos pensamientos. Decidí llevar uno de mis dedos a mi culo para presionarme el esfínter, sin llegar a introducírmelo, pensando que ese dedo era su verga. Diciendo su nombre entre susurros, me corrí copiosamente sobre mí vientre. Fue una paja rápida, tensa, llena de un deseo obsceno, de la más rabiosa excitación por no poder tenerlo a mi alcance.Descansé un poco, no tenía nada que hacer y me dormí, hasta que el frío hizo que me diera cuenta de que estaba sobre la cama y me tapé con la sábana. No había dormido suficiente la noche anterior y el sueño post-masturbatorio tuvo un efecto reparador. Desnudo y sucio, me levanté y me dirigí al baño para darme una ducha,Cerré la puerta para evitar sorpresas, aunque de sobra sabía que a esa hora el causante de mis desvelos estaría en el campo machacándose contra otros compañeros de equipo o en la biblioteca ...
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