1. Cornudo humillado


    Fecha: 14/05/2019, Categorías: Voyerismo Sexo en Grupo Tabú Autor: parejafartun, Fuente: xHamster

    ... estaba de costado y le apoyé la cabecita mía en la cola y la conchita.Tami se medio despertó.—Mi amor… Te juro que no sé… Mañana mismo nos volvemos… No quiero que pienses que soy así… Debe haber sido el vino.Pero ella ya estaba emputecida antes de tomar. En cambio, le dije:—Mañana vuelven a terminar el trabajo. Porque hoy no hicieron nada…Se hizo un silencio. Yo trataba de puertearle el ano dilatadísimo.—¿Cómo que mañana vuelven…? —preguntó finalmente—. ¿Quiénes?Logré advertir cierto interés.—El casero. Tiene que terminar de poner esta casa en condiciones… Aunque nosotros nos vayamos…Otro largo silencio.—Claro… —resolvió ella, dubitativa—. Mañana nos tenemos que ir… Nos volvemos a Buenos Aires y nos olvidamos todo lo que pasó acá… ¿Sí, mi amor…?—Sí.—¿Vas a poder perdonarme alguna vez…?Yo le había empujado la pija en el ano pero ella había corregido la trayectoria y ahora le puerteaba la concha, que parecía abierta como un vaso de whisky.—José me dijo que mañana trae dos o tres peones más… —informé. Y callé. Aproveché el silencio larguísimo de ella para penetrarla un poco. Mi pija entró con una facilidad tal que dudé que la estuviera cogiendo. Ella me preguntó:—¿Para reemplazar a Botellón y el Indio o… dos o tres más…?—Dos o tres más. Dice que si no pone a cinco o seis a trabajar, ya no llega a cumplir con los tiempos para dejar la casa lista para nosotros…Escuché su silencio, y su respiración expectante.—Qué responsable es don José…Era una frase lo suficientemente ambigua ...
    ... como para dejar de lado la idea de irse pero sin jugarse por quedarse. La tomé de la cintura y le manoseé lascivamente la cola usada, por puro morbo.—Sí… Me dijo que puede traer más y más peones —Yo apenas la sentía ahí abajo, y sabía que ella, entre el ensanchamiento y los dolores de la cogida, y mi pijita que tampoco era gran cosa, prácticamente no se enteraba qué le hacía—, y que si es necesario va llenar la casa de obreros durante los quince días…Apenas me había movido dos veces, pero cuando terminé de decir aquello acabé como un primerizo.—Mi amor… —me dijo dulcemente Tami—. ¿Querés que nos quedemos un día más, a ver si nos terminan de poner bien la casa?Me estaba rogando con la mirada de quedarnos. La idea a esta altura me encantaba, porque por más que ella me estaba siendo infiel, al volver a Buenos Aires todo se encausaría por los carriles normales y tomaríamos esos dos días como un paréntesis. Con el tiempo haríamos como que nunca pasó.—Puede ser… Seis tipos tienen que trabajar más rápido que tres, ¿no?Trabajaron exactamente el doble. Porque al otro día eran seis para cogerse a mi Tami. Apenas llegaron, mi novia fue corriendo hacia ellos para ver a los tres machos nuevos. Había dos grandotes medio hoscos y un tercero más chico que parecía inexperto. En menos de una hora la tenían a mi novia a su servicio, en la cama matrimonial, desnudándose para ellos y metiéndole manos por todos lados. Se la cogieron durante todo el día y de las maneras más diversas. Se turnaban para ...