Cornudo humillado
Fecha: 14/05/2019,
Categorías:
Voyerismo
Sexo en Grupo
Tabú
Autor: parejafartun, Fuente: xHamster
... don José…—Ahí le estoy enterrando un poquitito más… ya tiene la cabeza adentro… ¿Te gusta, chiquita?—Me duele… —sufría Tami.—Aflojate…—¡Aaay! Me duele, don José… No siga… —mi novia también se había puesto respetuosa.—Callate, chiquita, yo sé que a vos te gusta. Vas a ver…Y le seguía enterrando carne de la dura. Mi novia ya lagrimeaba y se mordía los labios y apretaba los puños. Pero se comía la verga calladita.—Decile… —pidió José—. Decile a tu novio que te gusta…—Pero me duele… Despacio… Despacio por favor….—Decile al cornudo que te gusta, putita… decile…Tami tenía su rostro apoyado sobre el hombro de botellón, y casi pegado al mío. Podía besarla si quería.—Me está abriendo la cola, mi amor… Me… ¡Ah! Perdoname…. ¡Ahhh! Despacio, porfavorrr… Perdoname, mi amor… No sé por qué lo hago…—Ya te tragaste la mitad, chiquita… —le decía el casero sobándole los pechitos—. Y acá te va la otra mitad…—¡Ahhh…! —gritaba de dolor mi novia—. ¡Más despacio! ¡Más despacio, por favor! —Pero el casero estaba entusiasmado. Avanzó otro centímetro—.¡Más despacio, don José! ¡No me entra más!—¡Shhht! Te entra, chiquita… Claro que te entra… Mirá…Y le enterraba un poco más.—¡Me duele, don José! ¡No siga, por favor…!—Te sigue entrando, mi amor… ¿Ves? Aguantate un poquito más… Dos centímetros más y la tenés hasta los huevos, chiquita…Con dolor, el formidable y virgen culazo de mi novia se fue tragando el vergón del casero de a poquito y sin ofrecer una resistencia seria. Tragaba aire, sudaba a mares por ...
... el esfuerzo que la rompida de culo le generaba, pero se la aguantaba. Y empezaba a gozar. Cada tanto abría los ojos y me encontraba a su lado, casi pegado a ella pero del lado de afuera de la pileta. Y me pedía perdón.—Mi amor… —me repetía—. Te juro que no sé por qué lo hago… Me tenés que creer… —Mientras, el hijo de puta de don José comenzaba a sacarle y meterle la verga otra vez, de a poco, despacio todavía, y Botellón ya bufaba de calentura y agite, muy cerca de acabarle. —No sé por qué lo hago —y le enterraban la verga otra vez—. No sé… —Y otra.La cara de puta viciosa que tenía mi novia en ese momento, y el alcohol que yo había tomado hicieron que me animara a sacar la pija fuera de mi pantalón y comenzara a pajearme.Don José ya se movía mucho más rápido, y comenzaba a darle pleno placer a mi novia. La tenía agarrada de la cintura y le clavaba la pija sin misericordia, mirando morbosamente las penetraciones interminables. Tami comenzó a jadear y mover la pelvis, especialmente para coordinar las dos pijas que tenía clavadas hasta el esófago. Cuando mi novia empezó a acabar a los gritos como una puta, el exceso de calentura hizo que fuera inevitable mi desleche. Las cosas me giraban y mis piernas se aflojaron, pero recuerdo que la visión de su rostro y su cuerpo siendo doblemente usado fue la visión más hermosa que jamás había presenciado. También recuerdo al idiota del pueblo, al otro lado de la pileta, mirando estúpidamente y masturbándose babeante como un imbécil. Me vi ...