Cornudo humillado
Fecha: 14/05/2019,
Categorías:
Voyerismo
Sexo en Grupo
Tabú
Autor: parejafartun, Fuente: xHamster
... pileta había una bomba de agua, de esas que se accionan con una palanca y toman agua de las napas de la tierra. El pobre cristiano que el casero pusiera a trabajar con eso para llenar la pileta iba a estar dos o tres días sin parar.—Está bien —dije haciéndome el importante—, ponga a uno de sus chicos a trabajar cuanto antes. Eso va a tardar un siglo.—Nosotros no vamos a hacer nada. La casa se alquiló sin pileta. Si usted quiere la pileta llena, va a tener que llenarla con sus propias manos.—¿Me está jodiendo?Me puso una mirada que no dejaba dudas sobre la seriedad de lo que decía. Otra vez me sentí intimidado. Se me acercó.—Ya me está cansando con todas esas mariconadas de ciudad. Si no le gusta, váyase. Acá estamos trabajando.Y se fue a repartir órdenes entre los dos chicos que cortaban maleza.—Mi amor, no te pongas pesado con el casero… —Encima mi novia me regañaba—. ¿Querés que nos quedemos sin casa quinta?—Pero… ese tipo nos está cagando. ¡Mirá si me voy a poner a bombear con eso!—Yo no quiero volver a casa. Además, no tenés que llenar toda la pileta, con que llenes la mitad está bien.—¿Pero vos viste lo que es eso?—¿Y yo no valgo ese pequeño sacrificio? —me dijo con carita de ángel—. Pensá todo lo que podemos hacer en estos quince días.Giró para mirar al casero y los dos chicos en cuero. Las curvas perfectas se le dibujaban bajo el jean apretado y no pude evitar imaginármela en la cama boca abajo con un almohadón bajo su pancita, toda su cola redonda a mi merced.El ...
... casero volvió con los dos muchachos.—¿Y…? ¿Al final qué hacen?—Nos quedamos —resolvió entusiasmada Tami—. Mi novio va a llenarme la pileta.El casero me miró con asco y sonrió. Escupió algo de su boca y se corrió para dar lugar a los muchachos y presentarnos.—Ellos son el Indio y el Botellón… —le hablaba a Tami, a mí me ignoraba por completo. Los dos morochos eran chicos jóvenes de entre 20 y 30 años, fibrosos, de sonrisa rápida y mirada aun más veloz. Se devoraron a mi novia con los ojos, y me pareció que Tami hizo lo mismo. Fue cuando seguí su mirada que me detuve en el bulto que portaba Botellón en sus bermudas. No sé si estaba al palo o no, pero la pierna del pantaloncito hacía como un doblez duro y enorme. Se saludaron con un beso, lo que me llamó la atención. A esa altura Tami se había ido corriendo y me daba parcialmente la espalda. Se había formado una especie de círculo donde yo quedaba casi afuera. Me acerqué para presentarme yo también con los dos chicos, pero el casero me franqueó el paso con el brazo.—Yo le diría que empiece a bombear cuanto antes porque si no lo va a agarrar febrero y no se va a dar ni un chapuzón.—Sí, mi amor, José tiene razón —¿Y eso? ¿Desde cuándo llamaba al casero por el nombre? Ni un “don” José, siquiera—. Empezá cuanto antes —Giró y se volvió a Botellón.—Vaya y empiece a bombear —me ordenó el casero. Tami se dio vuelta porque el tono había sido desubicado e imperativo. Pero no hizo mayor caso y volvió otra vez con Botellón y el Indio.Destilaba ...