1. Cumplí su fantasía a Ariadna, casada


    Fecha: 07/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... verga a tope pero quiero hacerla explotar que ella me pida a gritos lo que desea. Finalmente no soporta el castigo y me grita. - Méteme la verga, cogemeee, soy tu puta. - Grítalo, fuerte, que te escuchen en las otras habitaciones. - QUE ME METAS LA VERGA, LA QUIERO ADENTRO, SOY TU PUTA, TU PERRA, LO QUE QUIERAS. - A partir de ahora serás mi puta y cuando quiera cogerte deberás estar disponible. Le dije. - Siiii, pero cógeme yaaaaaaa. Acerque la punta de mi verga a su entrada y la frote, la quería hacer sufrir, que se desesperara. Movía sus caderas, y sola se fue ensartando, ya no aguante y se la deje ir toda de un envión, pego un grito. - ¿Y tu esposo Ariadna? Le pregunte mientras la estaba cogiendo. - El siempre me hacia imaginar esto cuando cogíamos, ahora sé que es lo máximo. Me siento una puta, una perra en celo. - De pronto se estremeció, convulsionó prácticamente, se estaba corriendo y sentí como me mojaba la verga, escurrió literalmente. Pero todavía no terminaba, yo no quería que acabara aun. Se la saque y la puse a que me la mamara un rato, lo hacía como desesperada, realmente lo disfrutaba. - ¿Así te coge tu esposo Ariadna? - No, el casi no me coge. - Dime qué quieres, llámame por mi nombre. - Quiero que vuelvas a cogerme Sebastián, que me metas tu verga, hazme lo que quieras. - ¿Segura que lo que yo quiera? - Sí, soy tu puta, tu perra. - ¿Tu esposo te la ha metido por el culo? - Nooo, por ahí no. - Pues yo te lo voy a romper, eres mi puta recuérdalo. - Pero por ahí ...
    ... no me gusta, duele mucho. No me importó su opinión le pedí se pusiera en cuatro y empecé a chuparle su culo, ese pequeño orificio hasta entonces inexplorado. - ¿Qué haces?, ahhhhhh - ¿No te gusta? - Ahhhhh, se siente raro. Le moje su ano un poco y use mi lengua como un pequeño pene, luego la sustituí por un dedo. En verdad estaba apretadito, cerrado, era virgen. Dio un pequeño respingo pero aguantó, no deje que se retirara. Agregue un segundo dedo, fui abriéndole, se resistía, pero lo logré. Por fin acerque mi verga a su ano y comencé a presionar, ella se quejaba. Fue entrando poco a poco, 18 cm, no era fácil para un culito virgen, pero entro el glande, cada vez entraba más y más. Me quede un rato quiero, esperando que se acostumbrara el intruso, luego empecé a moverme en un vaivén suave lento, Ariadna ya no se quejaba, solo gemía. - Ahhhhg me gusta, que ricooo, cógeme masss, dame masss, ya soy toda tuya papito, como soñé con esto, soy tu puta cuando tú quieras. - Si Ariadna, eres mi perra, te voy a coger cuando yo quiera y hasta te pondré a putear. - Si papito, lo que tú quieras. Pase mi mano por abajo y empecé a masturbarle mientras la enculaba, ella se retorcía y sola ya buscaba mi verga en su culo, no aguantaría mas, apretaba muy rico. Finalmente me corrí dentro de su culo y mi semen reboso hasta escurrir, espere un poco, mi verga fue bajando. - Puta límpiame la verga. - Si Sebastián. Y se puso a chuparla como si le fuera la vida en ello, no le importó que haya estado en ...