1. La encantadora de penes


    Fecha: 06/05/2019, Categorías: Sexualidad, Infidelidad Autor: Soficas56, Fuente: CuentoRelatos

    ... mucho el trabajo, permitiendo que entrar hasta lo más profundo. Se quedó dentro de mí un rato y aprovechó para besar mis senos. Con su lengua jugueteaba con mis pezones mientras acariciaba la base de mis pechos. Eché mis brazos atrás para disfrutar sus dulces besos y sentir las contracciones que sentía en mi interior. Su pene delicioso vibraba dentro de mí. Empecé a subir y a bajar, sintiendo la penetración suave de Carlos. Cada vez que llegaba hasta adentro, sentía un choque de placer. Mis besos eran intermitentes pues los gemidos no me dejaban disfrutar sus labios. Estaba sintiendo mucho placer. Ambos sudábamos mucho, gotitas de sudor recorrían desde mi pecho, pasando por mis senos hasta mi tonificado abdomen. Con mi mano acariciaba uno de mis senos para darme placer a mí misma mientras Carlos se hipnotizaba por el placer que sentía mientras me penetraba. -Sigue... así... penétrame -le rogaba yo, con los ojos cerrados. Mordía mi labio inferior casi involuntariamente. Estaba llegando al orgasmo. Me abracé de él con fuerza, aplastando un poco mis senos contra su pecho, para disfrutar del placer que me recorría. Terminé con una sonrisa dibujada en mi rostro. Qué placer me había dado mi mejor amigo. Me había hecho su mujer, al menos por un rato y había sido hermoso. Carlos me recostó y sacó su ...
    ... pene de mi interior, aún sin terminar. Comencé a masturbarlo para que terminase encima de mí. Y así fue. Chorros de su delicioso semen tibio fueron disparados a mi abdomen, a mis senos y hasta mi cara. Dio fuerte gemido de placer. Para agradecerle como me hizo sentir, lo jalé de su trasero para limpiar su pene con mi boca. Lo recorrí con mi lengua, saboreando cada gota de su rico semen. No paré hasta dejarlo reluciente y húmedo. Al terminar, tome un poco de mis senos y lo metí a mi boca, saboreándolo una vez más. Él se acercó para besarme suavemente, mientras acariciaba mi abdomen y daba unas últimas caricias a mis senos. Nuestros cuerpos estaban calientes y mojados. Había sido hermoso. -Quédate esta noche, ¿sí? -le pedí mientras nos mirábamos a los ojos. Él asintió y volvió a besarme dulcemente. Sin duda una experiencia inolvidable que, como deben imaginarse, no terminó ahí. Con gusto les narraré qué pasó luego en otro relato. Ahora nos teníamos no solo como amigos, sino como amantes ocasionales. Nuestro lazo se hizo aún más fuerte que antes. Me encantaba ser la mujer de mi mejor amigo. Como moraleja, nunca retes a una chica y menos a sus habilidades sexuales. Y sobre todo, nunca me desafíes, o ya sabes las consecuencias jeje. Espero que lo hayan disfrutado. Espero escribirles pronto. Besos, Sofi 
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