La vendedora de ropa para mujeres - Relatos Eróticos

La vendedora de ropa para mujeres

... su linda conchita que ya estaba más que húmeda, no paraba de gemir, se mordía una mano para que desde afuera no se escucharan los gemidos, y con la otra me apretaba mi cabeza contra su mojada vagina, le metí en ella varios dedos mientras mi lengua jugaba con su clítoris, esto la volvió loca y pego un alarido !AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH¡ sentía su chorro de flujo pegar en mi cara, salpicando mi remera, entonces ella se da vuelta y poniéndome el culo en la cara me dice !PARTIMELO PAPI¡, con paciencia comencé a pasar mi lengua por su estrecho agujerito, y poco a poco a meter mis dedos, hasta que no aguante más saque mi pija que a esa altura parecía un hierro caliente, y entonces ella se dio vuelta y me la escupió y ensalivo con su lengua, volviéndome a dar la espalda, abriéndose con las manos las nalgas diciéndome “quiero que me demostres lo macho que sos, rómpelo es tuyo”, le puse la punta de mi pene en su agujerito y con suaves y rítmicos movimientos, comencé a vencer la resistencia de su cuerpo, le tape la boca para que no grite y sosteniéndola firmemente del pelo la apoye contra el espejo y le mande mi pija hasta el fondo, empezando una frenética bombeada que hacía que se retuerza de dolor y placer, al punto que me mordió la mano y empezó a gritar !MAS, MAS REVENTAME EL ORTO MACHO¡ por suerte pude taparle la boca con lo que quedaba de su bombacha, y le di con todo Ver esa cara de puta reflejada en el espejo me hizo perder el control y me vine adentro del orto, fue una acabada ...

... larga interminable, se la saque y su culo chorreaba mi leche, nos besamos con pasión y nos dimos cuenta que algunos mirones que pasaban por la galería, atraídos por sus gritos, intentaban ver a través de la vidriera que pasaba adentro del local, nos escabullimos hasta el baño, y ella me confeso que nadie le había hecho el orto tan bien, y que después de las vacaciones debíamos volver al hotel de nuestro primer encuentro, mirándonos nos calentamos nuevamente y ella se desnudó por completo, por primera vez veía esas enormes tetas sin corpiño, las tenía algo caídas pero igual eran un orgasmo visual, me puse totalmente en bolas y la senté sobre la mesada de la pileta se abrió de piernas, su concha estaba inundada por su calentura y mientras que le mordía con fuerza los pezones metía mi miembro en su peluda concha cogimos como poseídos hasta que inunde su interior, seguimos besándonos por un rato hasta que se dio cuenta que había pasado una hora con el negocio cerrado, nos despedimos con pasión ya que salía de vacaciones con su familia dentro de dos días. Durante el periodo que estuvo en Mar del Plata nos comunicamos por celular, el marido había alquilado una carpa y una tarde, con una lluvia torrencial en la playa, estando sola me llamo y me pedio que le relatara mis sensasiones mientras que ella se hacia la paja, a mitad de mi relato escuche un gemido largo, y al final me decia “te amo, estoy recaliente con vos, cuando vuelva a Buenos Aires te voy a coger hasta que te quedes sin ...