La vendedora de ropa para mujeres - Relatos Eróticos

La vendedora de ropa para mujeres

La vendedora de la galeria de Liniers, que cuando no esta con su marido se porta muy mal. Argentina 4 de enero de 2015. Hola mi nombre es Señor R, soy un tipo simpático, lindo y siempre ando buscando nuevas aventuras, al grano con esta nueva historia. Hace poco tenía que comprarle algo a mi pareja y pase por una galería del Barrio de Liniers, me gusto un conjunto de jeans y me quede mirando la vidriera, en ese instante me percate que la vendedora me miraba con atención, entonces como al descuido masajee mi bulto para que notara el pedazo que calzo, esto la ruborizo un poco e hizo todo lo posible para disimular la situación, seguí mirando la vidriera para verla a ella mejor, ya que solo la había visto de la cintura para arriba y me había gustado. Seguí buscando por el resto de la galería que tiene salida a la avenida y como no encontraba nada volví al negocio de esta chica, entre en él y escuche una fuerte discusión que ocurría en la trastienda del mismo, ella estaba discutiendo con un hombre por un problema de mercadería, me quede escuchando porque el tipo le decía cosas como "puta estúpida, no sabes hacer nada" y cosas por ese estilo, de golpe se siente una bofetada, por lo que opte retirarme para no verme involucrado en cuestiones de pareja. Me fui al shopping a ver si encontraba algo pero en mi cabeza repetía la discusión que había escuchado, por lo cual comencé a sacar conjeturas de la situación, ¿con quién discutía la vendedora? ¿ y por qué el tipo le pego?, entonces ...

... decidí volver a ese negocio y entrar, esta vez me vieron y el hombre muy solicito, comenzó a mostrarme la indumentaria requerida por mí. Ella estaba atendiendo también muy sonriente, con evidentes marcas del bofetón que había recibido del que después me entero que es su socio y marido, cuando se percató de mi presencia me miro con cierta timidez, mi respuesta fue pasarme la mano por la entrepierna para recordarle quien era yo; acto seguido me fui sin comprar nada, pero ya la había visto de cuerpo entero, una mujer de entre 45 y 50 años, algo rellenita, muy bonita de cara con lindos ojos, y lo que me llamo mucho la atención es ese par de tetas descomunales que parecen querer saltar d su ajustada remera. Pasaron unos días y una mañana paseando por la calle Falcón me detengo en la vidriera de ese local, para mi gusto ella me estaba mirando nuevamente y esta vez le mantuve la mirada con intensidad, en eso sale el tipo que me atendió la vez pasada y de mal modo le dice que va a ir a Avellaneda a buscar una ropa. Entonces me decido y entro cuando el tipo no está, ella viene a mi encuentro y me pregunta que necesito, le indico que estoy buscando, explicándole que es un regalo que tiene que hacerle mi hijo a mi exmujer (el verso del separado solo), ahí comenzó una larga charla que solo se interrumpía con la entrada de algún cliente, en eso llega el marido (a esta altura ella me había contada que estaba casada hacia 20 años y que el esposo era el socio del local), el tipo ni se percató ...