Mientras tu marido duerme
Fecha: 17/02/2019,
Categorías:
Infidelidad
Anal
Autor: david555, Fuente: CuentoRelatos
... grande, pero comparada con la de Julio era el doble de gruesa. La tomo en sus manos y después de masturbarme un par de veces sin pensarlo se la metió completa en la boca, me quite la playera y también me retire los zapatos con el resto de mi ropa, a lo lejos se escuchaban los intensos ronquidos y yo seguro de mí, tome del cabello a Alicia para meterle toda mi verga hasta el fondo. No podía dejar de jalar su cabello y sentir como su boca me apretaba y me bañaba de su saliva. Desnudo y completamente caliente, me senté en el sillón para que Alicia me hiciera el mismo trabajo que a mi “compadre” que era como él me decía en ocasiones, Alicia solo se paró y me mostro su cuerpo delicioso y caliente, se amarró el cabello y se montó sobre mí, metiéndose poco a poco mi verga entre sus intensos sollozos me cubrió de su sexo hirviendo por dentro. -Que verga tan rica David. –Me dijo mientras se movía suavemente. Yo solo chupaba y mordía sus tetas lamiendo sus pezones morenos, comenzó a moverse y a darme esos ricos sentones, sus gemidos y los míos se sincronizaban con unas nalgadas fuertes que yo le provocaba, en ratos, nos callábamos porque notábamos que hacíamos demasiado ruido, y al escuchar los ronquidos nuevamente seguíamos cogiendo delicioso. Luego de unos sentones más, se levantó para colocarse en cuatro sobre el sillón y con sus manos abría sus nalgas para mostrarme su culo diminuto y cerrado, cosa que me lleno de intenso calor, no tarde en ir hasta sus nalgas para morderlas y ...
... acariciarlas, lamía su sexo húmedo y terminaba chupando su culo e introduciendo mi dedo para relajarlo. Alicia gemía como puta y se retorcía de placer hasta que entre gemidos me dijo que no aguantaba más. Me coloqué detrás de ella y fui metiendo mi verga dentro de su ano haciéndola casi gritar a medida que entraba, sus gemidos los ahogaba mordiendo los cojines pero cuando tuvo toda mi verga adentro no pudo más y exploto entre aullidos y maldiciones. -Mierda, mierda, me vengo David, me vengo, cógeme fuerte, rómpeme el culo amor… Me comencé a mover sintiendo como me apretaba delicioso cada que salía, solo sentía su orgasmo escurrir entre sus piernas temblorosas, y más me llenaba de fuerza para empujar dentro de su culo, la tome del cabello y la jale hasta mi boca, fue hasta ese momento en que ella me beso lamiéndome como perra los labios, tome sus tetas y las apreté fuerte y ella poco a poco quedaba sin fuerzas. Se desplomo en el sillón y se hizo un breve silencio, a lo lejos solo los ronquidos de Julio se escuchaban y luego de recobrar el aliento, Alicia volvió a su posición de perrita para que le siguiera destrozando el ano, la coloqué boca arriba y ella misma tomo sus piernas para mostrarme sus dos deliciosos huecos, primero se la metí por la panocha y ya completamente lubricado, nuevamente se la deje ir por el culo, fuertemente se escuchaban mis muslos chocando y mis manos no dejaban de apretar sus pezones hasta que los gemidos se volvieron a hacer aullidos. -Que rica verga ...