Mientras tu marido duerme
Fecha: 17/02/2019,
Categorías:
Infidelidad
Anal
Autor: david555, Fuente: CuentoRelatos
Desde hace unos meses, me hice muy amigo de Julio, el jefe de recursos humanos de la empresa, él es una persona sumamente dedicada a su familia, casi no toma y aunque es atractivo para las compañeras de trabajo, él no les da pie a nada puesto que Alicia, su esposa es todo para él, y yo no entendía la razón; hasta que un día me invito unos tragos en su casa. Alicia es una mujer de medidas perfectas, piel morena muy claro y de ojos hermosos, el día que Julio me llevo a su casa, su esposa tenía un pantalón de mezclilla entallado con una blusa blanca que demostraba el poder de su escote, se me hacía un poco conocida pero no sabía de donde y es que unos años antes ella había salido en un comercial de crema para varices. Entre risas y algunos tragos se nos fue la noche, y llegando a la casa busque en internet el comercial donde Alicia había salido, en efecto, sus piernas eran un monumento y con ese maquillaje bueno, sencillamente cualquiera solo se dedicaría a tenerla contenta. Pero siempre hay algo mas como en todos lados y algo me decía que ella no tenía todo como yo lo pensaba pues, entre los tragos y descuidos de su marido, Alicia me regalaba miradas muy cachondas y algunas caricias que hasta ese momento pensé que eran importantes, un roce de sus tetas al pasarme la botana, la vez que con su perna tocaba la mía en el sillón, en fin. Tanto pensamiento me causo una tremenda erección y mejor me fui a dormir. Cada día a lado de Julio en el trabajo me hacía pensar en su esposa, y ...
... no veía la oportunidad de insinuar que quería visitar su casa otra vez, y después de un par de semanas me invito a tomarnos unas cervezas para ver el futbol. De inmediato acepte a pesar de que yo no soy fanático ni sabía quién jugaba. Escuche que por teléfono julio le decía a Alicia que preparara botana para nosotros y por el altavoz escuche una negativa de su esposa, pero después de que le menciono mi nombre, ella cambio de parecer. Me estaba haciendo muchas ilusiones y ya quería de plano saber si de verdad me estaba coqueteando o solo era ilusión, así que los nervios se me subieron a medida que avanzaba el tiempo. Julio me pidió que lo siguiera en mi carro y paramos antes en un OXXO por un 36 de cervezas, me pidió que yo subiera las cajas y no me extraño que él no aguantara. Julio es demasiado flaco y con el esfuerzo que debe hacer para complacer a su hembra, supongo que no puede ni con su alma. Llegamos a su casa y Alicia nos abrió la puerta con un vestido floreado color blanco, no era muy corto pero esas tremendas caderas lo volaban muy rico al caminar, de sus tetas y su culo ni hablar, era exquisitas que por un momento no podía ver a otro lado, ella me sonrió y solo la mirada de Julio me hizo actuar normal. Nos sentamos en el sillón y comenzamos a ver el partido, las cervezas poco a poco iban desapareciendo y Alicia también gradualmente se comportaba desinhibida, besaba a Julio mirándome a mí, y eso me causaba un hormigueo de ansiedad. La noche llego y julio me dijo que ...