CAPERUCITA ROJA
Fecha: 22/10/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... había cegado el amor? Pero aun faltaba, aún tenía cosas para descubrir… Uno de ellos mientras le rompía bien el esfínter la tomó con fuerzas y sin sacársela girando se recostó quedando Samanta mirando al techo, con la verga en su culo, otro se acomodó entre sus piernas, las abrió bien tirándolas hacia atrás y percibí como se la enterraba nuevamente en la concha, doblemente penetrada, por ambos lados, disfrutaba como una puta barata, sus gemidos lastimaban mis oídos, su cara estaba desencajada y por si fuera poco el restante la tomó y literalmente comenzó a cogerla por la boca, así estuvo cubierta por todos los flancos, entregada, como jamás la hubiera imaginado…. No faltaba mucho, uno dijo: - Caperucita debe tener hambre… que tal si se toma una mamadera con leche tibia? Dicho esto, ella se acomodó complaciente en el piso, y con la boca bien abierta los tres se masturbaban cerca de su cara, vi con nitidez cuando el primero largó chorros de esperma, uno tras otro, con sumo cuidado de no derramar nada y que todo cupiera en la boca de mi esposa, ella parecía saborearlo como el mejor de los manjares, tragándolo todo hasta la última gota, un tanto apurada porque el segundo ya se acababa y repetía ...
... el procedimiento. Mis ojos llenos de lágrimas me impidieron seguir mirando, para que seguir viendo? Me alejé en silenció con el alma quebrada, encerrado en mis pensamientos volví al jardín donde la gente seguía festejando ajena a mi infierno. Unos quince minutos después la vi aparecer, como si nada vino a mi lado y me dijo - Perdido! dónde estabas? - Dónde estaba? Yo me pregunto dónde estabas vos? - Mi amor! Acá entre la gente! dónde voy a estar?... estás tenso… que te pasa? Mientras decía esto me había tomado del brazo e intentaba besarme, recordé su boca chupando pijas y tragando leche, comenzó a sacudirme - Amor! amor, vamos… despertate que ya estoy lista! vamos que se hace tarde… Volví a la realidad, con los ojos mojados, una erección terrible y una bronca hacia ella fuera de lo común, comprendí que todo había sido un terrible sueño, me había dormido en el sillón, me recompuse, me sentí aliviado y le conté a Samanta lo que había sucedido, ella me escuchó atentamente y riendo sacó su disfraz mostrándome que sería una caperucita roja muy normal, tranquilizándome, dijo que me amaba y me respetaba, nada peor que una pesadilla… Si eres mayor de edad me gustaría saber tu opinión sobre este relato