1. CAPERUCITA ROJA


    Fecha: 22/10/2017, Categorías: Infidelidad Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... tierra se la había tragado, revisé con mi vista una y otra vez la gente del lugar y nada, nada de nada, decidí dejar la fiesta y me escabullí en el interior de la casa, perdido en un laberinto de habitaciones comencé a recorrerlas, lejos del bullicio del exterior, hasta que de repente escuche susurros tras una puerta que estaba casi cerrada, con discreción la empujé apenas para ver dentro, sin que notaran mi presencia y ahí estaban los cuatro… Mi querida esposa estaba en cuatro patas, con sus pechos al aire, apoyada en sus codos con una verga en cada mano, chupando una, luego la otra, alternando su boca entre los dos caballeros que esperaban pacientemente su turno sentados uno a cada lado mientras el tercero estaba a sus espaldas, con su cara perdida en su trasero, con las manos en sus nalgas dándole una buena sesión de sexo oral, mi primer impulso fue entrar y matarlos a los cuatro, pero que podría hacer contra tres hombres? acaso molerlos a golpes a todos juntos? no… no era viable. Replantee mi situación y preferí quedarme agazapado observando que es lo que sucedía y hasta donde era capaz de llegar. Me dolía ver que la mujer de mi vida gozara con otros hombres, deleitándose con esas vergas, chupándolas, excitándose, usando esa boca que era mía, solo mía… Comenzaba una charla en medio de la acción: - Samanta, Samanta… por fin volviste! te habíamos extrañado - Chicos, chicos… más respeto, ahora soy una mujer comprometida… - Ja! comprometida? qué pensaría tu maridito si ...
    ... supiera! - No sean malos… el es un buen hombre… - Basta de hablar y seguí chupando! Mientras uno de los hombres decía esto la tomaba de los cabellos y la obligaba a comerle nuevamente la verga, llevándole la cabeza bien abajo, ‘al menos me considera un buen tipo’, pensé como tonto consuelo, en eso el que estaba a su espalda se incorporó y tomándola de la cintura le metió la verga hasta el fondo de tal manera que ella no pudiera evitar soltar la verga que lamía y pegar un callado grito - Ayyy! desgraciado! Que verga que tenés!!! Ellos rieron y ella se acomodó a la nueva situación, luego empezaron a rotar, otro tomaba su concha y el que salía hacía dupla con el restante en su boca, así uno a uno la cogía sin parar y ella parecía gozar como nunca, me sentía decepcionado, enojado, furioso. Por mi posición y la luz del cuarto no podía ver en detalle, solo los gemidos de esa perra me hacían saber que la estaba pasando demasiado bien, hasta que una nueva situación me hizo prestar atención: - Pará Roque, pará! siempre el mismo! Te estás equivocando de agujero…. Pará! Por el culo no! pará! Ayyy! ay…. ayyyy…. El tono de sus ‘ay’ de queja y protesta cambiaron rápidamente a tonos de placer y satisfacción, y ahora la rotación de los machos ya no pasaba por su vagina si no por su ano - Mirá caperucita! Tan jovencita y como le gusta que le rompan el culo! Ellos bromeaban, pensar que a mí me decía que no le gustaba, como no me había dado cuenta de la clase de mujer con la que estaba? tanto me ...