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Tarjetas Black 4
Fecha: 23/10/2018, Categorías: Infidelidad Autor: roberxl, Fuente: RelatosEróticos
... e implorado, pero entonces su jefe se puso en pie y ella vio el bulto en su entrepierna. Esta vez era a su jefe a quien se la había puesto dura… dura y de buen tamaño. ¡Plac! ¡Plac! ¡Plac! ―su culo era ya un volcán a punto de entrar en erupción― ¡Plac! ¡Plac! ¡Plac! Cuando Yeimy se masturbaba se imaginaba poniéndose en cuclillas para comerle la polla a su jefe. Sin embargo esta tarde él había preferido ese estrecho conducto oculto entre sus firmes nalgas de gimnasio. En cuanto la joven esposa se imagino siendo tomada analmente por Róber se corrió. ― ¡Ummm! ―Afortunadamente, su orgasmo paso desapercibido para Roberto centrado en darle placer a la colombiana. ¡Plac! ¡Plac! ¡Plac! ¡Plac! ¡Plac! ¡Plac! ― ¡Para, por favor! ¡No me gusta! ―le engañó. ― ¿Qué, no? Mira como te has puesto en un momento. Seguro que cuando seas mami te pasará como a mi vecina, le vuelve loca que se la meta por el culo ―le susurró Roberto al oído. ― ¡¿Fóllame o me largo?! ―le increpó la colombiana. ― ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ―se rió el Delegado dejando de torturarla― Sabía que no serías de las fáciles. ― “Lo bueno se hace esperar” ―le evadió apurada evitando dar detalles sobre su experiencia. ¡Paf! Al sacarle el dedo le asesto a Yeimy un buen azote y apoyando su polla contra la ávida rajita de Yeimy le dijo― ¿la quieres dentro? Pues tendrás que clavártela tú. Humillada pero terriblemente caliente Yeimy empezó a contonear el culo a fin de que aquella columna se abriese paso lentamente. Tras casi una semana sin ...
... sexo su coño estaba cerradito. Por suerte su chochito funcionaba de maravilla bien húmedo, resbaladizo y listo para la batalla. ― Bien, ya llevas la mitad ―la animaba Róber. “¡Sólo!”, pensó asustada. ― ¡Oh! ¡Ah! ¡Auh! ―se quejó aunque fuese ella misma la que con unos cautos vaivenes logró conseguir tocar el vientre del Delegado con su trasero, contoneando además su grupa para no dejarse nada fuera de aquel monumento, casi no podía creer que hubiese cabido. ― Es usted insaciable, como contable y como hembra ―la alabó Róber― ¡Venga, muéstrame como os folláis las colombianas un buen pollón! ¡Plaf! ―sonó un azotazo y con la mano del Delegado marcada a fuego en su culo latino la joven no se anduvo con rodeos. Empezó a follarse de lo lindo, haciendo énfasis al ensartarse a sí misma en aquel rabo, el de mayor tamaño que su coñito había conocido nunca. Claro que tampoco había hecho algo así con ninguno de los tres anteriores a Róber. Esto era otra cosa. ¡Plash! ¡Plash! ¡Plash! ―Róber permanecía inmóvil aguantando los envites del trasero de la contable. ― ¡Eso! ¡Así! ¡Bien! ¡Bien! ―decía Róber marcando el ritmo de la joven embrutecida cuyos choques se hacían cada vez más difíciles de contener. Entonces Róber se percató de cómo sus pechos se meneaban sin control bajo la fina blusa de licra y echó mano a la izquierda. Primero se la sobó, viendo atónito como su verga desaparecía una y otra vez devorada por aquel coñito hambriento. Después, a medida que se iba poniendo más cachondo amasó y ...