Tarjetas Black 4
Fecha: 23/10/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: roberxl, Fuente: RelatosEróticos
... mirada maliciosa apareció en el rostro del delegado. ― Sí, gracioso ¿verdad? ―comenzó el hombre a hablar al tiempo que se levantó― Pero sabes por qué, pues porque te imaginas a un hombre haciéndoselo a otro… ―aclaró caminando en dirección a la puerta ― ¡CLOK! Yeimy escuchó con total claridad el cerrojo de la puerta. ― Pero… y si te imaginas a un hombre comiéndole el culo a una mujer o a ti misma, ¿también te resulta gracioso? o te resulta… interesante ―pregunto Roberto. ― Esto… no sé ―Yeimy no sabía cómo salir de aquella emboscada. ― ¿Le han lamido a usted el culo alguna vez, Yeimy? ― Creía que hablábamos en sentido figurado ―se excusó, fue la mejor evasiva que se le ocurrió. ― ¿En sentido “figurado”?... ―le recriminó Roberto― Parece mentira que sea usted la misma señora que tan “amablemente” me comió la polla cuando me ofrecí a acompañarla a casa. Silencio. Ese mismo silencio que lo invade todo cuando la presa descubre al depredador, que precede al atropellado precipitarse de los acontecimientos. ―No hablo en “sentido figurado” hablo de que se suba usted a la mesa y se ponga de rodillas en el borde. Hoy me toca a mí comerle algo a usted, señora Villaescusa. ― Pero… por favor, Roberto. ―rogó Yeimy. ― Vamos, no tenemos toda la tarde ― y agarrándola del brazo la hizo ponerse en pie. ― ¡Don Roberto…! ― Sollozó desesperada viendo como ese potente hombre volvía a hacer lo que le apetecía con ella. ― ¿De verdad quiere marcharse señora Villaescusa? Pues váyase ahora mismo ―le ...
... indicó el delegado harto de sus reticencias. Yeimy se quedó pasmada mirándolo, pero jamás saldría de aquel despacho sin que el Delegado la follase como había fantaseado bajo la ducha justo la noche anterior. Aquella breve vacilación bastó para que el delegado se hiciera con las riendas, las riendas de Yeimy. ― ¡Vamos! ¡Súbete!... y como te vuelva a oír gimotear… se te va a atragantar eso que tanto te gustó el otro día. Siempre que le ocurría esto a Róber le venía a la memoria su candorosa prima Caridad. Una maestra de religión que cada año invitaba a Róber al cumpleaños de su hija y que cada año en un momento u otro de la celebración llevaba a Róber al trastero para que le ayudase a subir más cerveza, los regalos para su hija… y de paso comerle la polla a gusto. Curiosamente, esa ingenua tenía una cualidad que la hacía especial para él, su prima Caridad era la única mujer a quien Róber podía penetrar oralmente de forma completa, la única que se tragaba sus 20 gruesos centímetros de polla cada 3 de Agosto. Asimismo, lo más gracioso era que la muy puta culpaba a su marido de su faringitis recriminándole: “Siempre te pasas con el aire acondicionado”… El caso es que Róber gozaba de forma especial follando con verdadero ímpetu a la más remilgada y ñoña de la familia, y es que no había cosa que más cabrease al Delegado que una mujer con ganas de polla comportándose como una chiquilla idiota... Yeimy le miró con ira pero renegando apretó los puños e intentó colocar la rodilla derecha ...