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Tarjetas Black 4
Fecha: 23/10/2018, Categorías: Infidelidad Autor: roberxl, Fuente: RelatosEróticos
... sobre el despacho de Róber. Sin embargo, su falda era demasiado estrecha por lo que tuvo que sentarse primero sobre el borde para después girarse y subir juntas ambas rodillas. Roberto, aprovechó para sacar un sobre de plástico de uno de los cajones. Se trataba de un paquetito de toallitas higiénicas, de esas humedecidas. La joven esposa se fijo en como la rígida polla de Róber se dibujaba en la tela de su pantalón. Éste volvió tranquilamente hasta colocarse detrás de Yeimy. Entonces Róber bajo sumamente despacio la cremallera de la entallada falda negra y acaricio su prieto trasero, agarró el dobladillo inferior de la falda y de un enérgico tirón descubrió el suculento culito moreno de la contable. Róber acarició el sexo de Yeimy unos segundos y después cogió la goma de sus braguitas por sus caderas. Al bajárselas con delicadeza la colombiana notó que su braguita se había pegado a su coñito. Qué vergüenza. ― Róber, por favor… El delegado no se lo pensó, ya la había advertido y al tiempo que rodeaba la mesa de su despacho se fue bajó la cremallera del pantalón. Una vez enfrente de Yeimy la agarró por la nuca e hizo que se inclinase hasta que la barbilla de la colombiana tocó la oscura madera de su mesa. La pobre apenas pudo ver de refilón la exuberante polla del delegado antes de que éste se la introdujese en la boca. Roberto empuñó con fuerza su sexo como si de un puñal si tratase y en cuanto su puño chocó con la barbilla de Yeimy el delegado lo retiró para completar la ...
... puñalada en la garganta de la joven esposa… Apenas fueron tres angustiosos segundos los que Yeimy tuvo su nariz aplastada contra el fornido pubis y el pesado pollón del delegado encorvado hacia abajo en su gaznate. Roberto se quedó alucinado, la brava esposa no dio ni una sola arcada. En cuanto a Yeimy, ésta pensó en esas actrices porno de Internet que tanto le gustaban a Federico. ¿Qué haría su marido si un día la viera en Internet con la polla de su jefe en la boca? Justo entonces aquel cabronazo comenzó a sacársela, lentamente, disfrutando al ver salir cada centímetro de su gordo salchichón de entre los carnosos labios de Yeimy. ― ¡Joder, qué buena es usted con la boca! ―la alabó Roberto, que para sí mismo deseó volver a tener que castigarla. A cuatro patas sobre el despacho Yeimy trataba de recuperar el aliento. Róber no tardó en darle friegas con las toallitas húmedas, primero en su húmedo chochito, después a lo largo del estrecho surco entre sus nalgas y por último en su sensible orificio. ¡Slup! ¡Chups! ¡Slup! ¡Chups! ―Comenzó Róber a merendar su limpio coñito. ¡Slup! ¡Chups! ¡Slup! ¡Chups! No paró hasta oírla gemir y estremecerse mordiéndose los labios para evitar que la oyeran― ¡Umm! ¡Mmm! ¡Umm! ¡Mmmm! Con la lengua de Róber devorando su fogón la contable perdió rápidamente los papeles. Su sexo ya goteaba sobre la mesa diluido con la saliva de aquel semental― ¡Qué gozada! ―pensó deseando que la montara como a una yegua. Yeimy se apañó para echar mano a la polla del ...