Tarjetas Black 4
Fecha: 23/10/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: roberxl, Fuente: RelatosEróticos
... pero siempre se sentía atraída por hombres seguros que la dominasen sexualmente, de esos a los que les gusta follarle el culo a su novia o mujer de vez en cuando. Y la verdad es que sólo esperaba que Fede continuase lo que había empezado. Sin embargo Eva, en pompa sobre la mesa tomó por el culo a Fede apenas un minuto. El marido tiró cuanto estorbaba en la mesa y la hizo subirse y separar las piernas. Le estrujó las tetas con ambas manos y lamió hambriento aquel coño de grandes y carnosos labios hasta beberse el almíbar del tercer orgasmo de la rubia. Se volvió a embadurnar la polla con aceite y se la clavo por el culo ahora boca arriba, esta vez con apenas un pequeño respingo por parte de la rubia. Yeimy se corrió en el sofá viéndolos gozar, el flujo caló el pantalón vaquero dejando un amplio cerco de humedad. Yeimy sabía que era la primera vez que Fede sodomizaba a una mujer, y quería que ésta también gozara, por lo que intercaló lametones con sodomía una vez más. La última vez que Eva sintió la verga de Fede entrar en su culo gimió de puro gusto y le pidió que no volviese a sacarla. Federico se dio cuenta de que debía realizar su ataque final, así, primero muy lentamente gozo de ver entrar y salir su pollón del culo de Eva, después con unas estocadas pausadas y contundentes la hizo aullar de nuevo y finalmente hizo algo que dejo perplejos a todos, le indicó que se sujetara a su cuello y tomándola por las nalgas la levanto en volandas haciéndola cabalgar el vilo, hasta que ...
... eyaculó llenando por fin con su esperma el culo de una mujer complaciente con su hombre. Además de oír los jadeos y gruñidos Yeimy se dio cuenta de que el miembro de su marido volvía a convulsionar clavado en el culo de su mejor amiga. La joven esposa pensó que aquel comportamiento de su marido había sido culpa suya, y viéndole vaciarse con satisfacción en el culo de Eva decidió que permitiría que su marido le rompiese el culo cuando él quisiera, todos los días si era preciso, pero que jamás volvería permitirle tocar a otra mujer. Cuando Federico se despertó a la mañana siguiente, Eva y Roberto ya se habían marchado. Le sorprendió que su mujer no hiciera ni un solo comentario sobre lo ocurrido. De pronto, cuando Yeimy comenzó a desayunar de pie en la cocina en vez de sentarse, Federico tuvo un mal presagio. ― ¿Por qué no te sientas? ―le preguntó. ― No, es que tengo prisa. Tengo que… Federico no siguió escuchando. Se levanto y fue hacia ella. Sin mediar palabra la empujo por la fuerza sobre la encimera. ― ¡Quietecita o te…! ―le advirtió a Yeimy. De un tirón Federico le bajo a su mujer el pantalón del pijama que aún llevaba puesto. Yeimy no llevaba bragas. Tenía todo el culo enrojecido como si le hubiesen propinado una azotaina, el ano parecía inflamado y escocido. Pero cuando Federico hizo intención de separar las nalgas de su mujer esta grito. ― ¡No por favor! ¡Por favor! ― suplicó Yeimy. ― ¿Te dio por culo? ―pregunto Federico. ― Casi una hora. Se corrió dos veces. ―Respondió ...